Euro a US$ 1,28 y temor de contagio también en EE.UU.

Por un lado, ya se discute abiertamente la quiebra soberana como salida para países sobrendeudados. Por otro, una insolvencia en cadena arriesga hacer implosionar el euro. Por el tercer ángulo, la recuperación norteamericana puede correr peligro.

6 mayo, 2010

<p>Por ejemplo, Jeffrey Frenkel (Harvard) piensa en una forma global de &ldquo;virus europeo&rdquo; que no diferencia entre econom&iacute;as centrales, emergentes y subdesarrolladas. Hay un s&iacute;ntoma poco tranqulizador aquende el Atl&aacute;ntico: Wall Street y San Pablo &ndash;&uacute;nica bolsa sudamericana relevante- empiezan a ser afectadas por el descalabro heleno.<br />
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Cruzando el oc&eacute;ano, nadie piensa que Grecia pueda reducir el d&eacute;ficit fiscal del presente 14,1% en t&eacute;rminos de producto bruto interno a 3% en 2014, ese imposible inventado en 1992 por el pacto de Maastricht. Pero, como se&ntilde;ala Paul Krugman (Nobel 2008), &ldquo;el verdadero peligro es el euro. &iquest;Cu&aacute;nto pesar&aacute;n la Eurozona o el Banco Central Europeo si el mundo deja de creer en la &uacute;nica divisa capaz de rivalizar con el d&oacute;lar? No es casual que &eacute;ste haya subido de &euro; 0,66 a 0,78, 18,2%, en poco m&aacute;s de cinco meses&rdquo;.<br />
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Otro factor alarmante es el trabajoso rescate griego. Se trata de &euro; 110.000 millones, de los cuales 45.000 millones provendr&aacute;n de los restantes diecis&eacute;is miembros de la Eurozona y el resto del Fondo Monetario Internacional. Pero su aporte depende de que, primero, los respectivos parlamentos aprueben cada pr&eacute;stamo bilateral.<br />
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Los plazos comenzar&aacute;n a vencer para Grecia el pr&oacute;ximo 19. Ese d&iacute;a, no repagar &euro; 9.000 millones pondr&aacute; esa peque&ntilde;a econom&iacute;a en insolvencia. Antes, empero, Atenas deber&aacute; desactivar una bomba social que ya produce disturbios, v&iacute;ctimas, ataques a edificios p&uacute;blicos y crisis pol&iacute;tica. &ldquo;No parece sensato que, como suponen Alemania, el FMI o el BCE, la poblaci&oacute;n tolere sin chistar un 4% mensual en despidos, rebajas salariales o eliminaci&oacute;n del pr&oacute;ximo medio aguinaldo&rdquo;, observa Joseph Stiglitz (Nobel 2001).<br />
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Como si vivieran en otro universo, Angela Merkel o Jean-Claude Juncker (Eurogrupo) no creen el euro est&eacute; al borde del fracaso. Pero los analistas universitarios anglosajones &ndash;Stanford, Yale, Columbia, Harvard-, que intentan reactivar el debate sobre quiebra soberana, temen un desenlace traum&aacute;tico para la Eurozona.<br />
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En 1995, ortodoxos como Alan Meltzer o Anne Krueger propon&iacute;an una reforma jur&iacute;dica para instituir la bancarrota de gobiernos. Entonces, se trataba de frenar el endeudamiento de pa&iacute;ses perif&eacute;ricos. Ahora, el problema radica en un grupo de econom&iacute;as centrales y su divisa en licuaci&oacute;n.</p>
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