Esta semana empieza con temores sobre derivados y signos de recesión no sólo en Estados Unidos
Dos veces el derrumbe bursátil vino de oriente, castigó Europa y aflojó algo en Estados Unidos. Problemas con obligaciones de deuda colateralizada y fondos de cobertura (derivados, hilo conductor) se sumaban a signos recesivos en Gran Bretaña.
27 octubre, 2008
En el peor momento del viernes en la rueda neoyorquina, la cartera internacional Standard&Poor’s 500 cedía 45% respecto de su máximo. Lo ocurrido con sectores industriales y tecnológicos hacía pensar que la crisis crediticia empezaba a castigar la economía real en mayor grado que la hipotecaria. Esencialmente, en Estados Unidos.
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Por su parte, Exxon Mobil y Chevron encabezaban declives en las cuarenta firma petroleas y afines del S&P 500, con los crudos en pisos de dieciséis meses. General Motors bajaba 13% y Ford 4,5%, mientras Toyota Motors declaraba la primera baja de ventas norteamericanas en siete años. Intel cedió 7,9%. </p>
<p>“Esto es un mercado oso con esteroides”, ironizaba David King, manager de Putnam Investments, una cartera de US$ 137.000 millones. El S&P 500 frenó la baja y remontó a -2,83%, margen menor que los del Dow Jones 30(-3,9%) y el Nasdaq compuesto (3,64%). Los futuros accionarios retrocedían al piso ya antes de abrir Wall Street. Hoy, de paso, se cumplen 79 años desde el “jueves negro”, primero de los tres derrumbes en Nueva York. Juntos, borraron 25% del promedio Dow Jones, una proporción que hoy ya no asombra tanto. Inversores y operadores asociaban este cierre de semanas con ventas forzadas entre fondos de cobertura para cubrir márgenes de garantía, compras al descubierto o dinero prestado. </p>
<p>Pero donde el panorama era nigérrimo fue en Asia-Pacífico. Afectados quizá por problema en bancos surcoreanos, Seúl se desplomó 9% y Tokio la siguió con 9,6%. Hong Kong y Singapur se derrumbaron ambas 8,3%. Sidney perdió 6% y 5,5% Wellington. Varias horas al oeste, cedían el DJ 50 Europa (4,87%), Fráncfort (4,96%) y Londres (5%). San Pablo perdió 6,9% y Buenos Aires –donde analistas allegados a la AFJP sembraban versiones tremendistas- cedió 7,6%. Curiosamente, trascendía que el gobierno sería más flexible cuando la ley de estatización llegue al congreso. Cabe recordar que en 1993/4 Carlos S. Ménem, Domingo Cavallo y otros “saquearon” las cajas de previsión para transferir unos US$ 4.300 millones para capitalizar al sistema privado recién nacido, sin consultar a casi nadie. </p>
<p>Hubo en el mudo otros datos menos espectaculares, pero más inquietantes. En Gran Bretaña, una economía ya no protagónica –la esterlina tampoco lo es-, fuentes oficiales revelaron que el producto bruto interno bajó 0,5% anual en el tercer trimestre, algo que no había corrido en dieciséis años. No obstante, el retroceso bursátil londinense (5%) se relaciona más con la ola mundial que un pánico imaginado por algunos analistas y gurúes. Más preocupante fue lo sucedido en Chrysler: la crisis actual sirvió para disimular un factor de vieja data (menos ventas y ganancias) y despedir 25% de la fuerza laboral (sea, 5.000 personas) desde noviembre. Se ignora si hubo ejecutivos que hayan seguido ese camino. </p>