Escándalos italianos: pacto secreto y cuentas anónimas en Suiza

Las contraofertas por sobre BNL y AntonVeneta parecen frutos de una conspiración. Ésta involucra también fondos negros en Suiza y maniobras respecto de RCS, Capitalia y Fiat. Berlusconi tal vez esté involucrado.

16 agosto, 2005

Así da a entender una investigación publicada este fin de semana por medios italianos, que revela como cerebro de las operaciones a Giovanni Consorte, presidente de la aseguradora Unipol, cuya OPA sobre Banca Nazionale del Lavoro corre peligro de bloqueo. El pacto determina que las tomas de ese banco y Banca Antoiniana Popolare Veneta –por parte de banca Popolare Italia, ex Lodi, o sea Giampiero Fiorani- les reporten ganancias ingentes a sus promotores.

En una segunda etapa, los aliados –con la complicidad de Antonio Fazio, presidente de Banca d’Italia (cerntral)- iban a lanzarse sobre RCS, Capitalia y, por fin, Fiat. Así se desprende de conversaciones telefónicas –interceptadas el 6 de julio- entre Consorte y Ugo Sposetti, senador democristiano (coalición derechista de gobierno). Las grabaciones están en poder de los fiscales Eugenio Fusco y Giulia Perrotti. También tienen registros de un diálogo (15 del mes pasado) entre Fiorani y Emilio Gnutti, un turbio magnate inmobiliario que le vendió dos palacetes a Silvio Berlusconi.

Consorte y Gnutti mencionan varias veces un “pacto parasocietario” para copar BNL, AntonVeneta y, más tarde, otros grupos. Entre sus objetivos inmediatos figura demorar ambas OPA hasta que el valor de los paquetes en mercado haya cedido, para facilitar los financiamientos. En efecto, BPI arriesga la insolvencia: no tiene fondos suficientes para tomar AntonVeneta.

En varias tramos de las grabaciones, Consorte sostiene que “con Berlusconi no hay problemas. Sólo la izquierda seguirá siendo una molestia”. No ocurre así: las fiscalías de Roma y Milán, la Commissione nazionale per società e borse (Consob) y los inspectores del banco central han bloqueado o trabado ambas OPA. Desde otro ángulo, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria y ABN Amro se aprestan a volver a la carga en pos, respectivamente, de BNL y AntonVeneta.

Pero las revelaciones telefónicas de mayor impacto hacen a una futura OPA sobre Fiat. Según Sposetti, Berlusconi y el senador separatista Umnberti Bossi –objeto de investigaciones separadas- apoyarían la iniciativa. Lo mismo señalan conversaciones entre Stefano Ricucci (socio de Fiorani) y su contador, Luigi Gargiulo, experto en firmas fantasmas. Las grabaciones muestran que se pensaba formar “una sociedad con sede en Luxemburgo”, donde participaría Capitalia.

En realidad, Gargiulo ya había inventado “Garlsson”, con dinero de Intermobiliare (Ricucci) y un socio japonés, Nakamura (en total € 39 millones). El 19 de julio, el contador confirmó que “finalmente, también venderemos BNL y AntonVeneta para poner todo en RCS”. La misma conversación menciona a Nakamura. Por otra parte, el futuro agente financiero sería nada menos que Deustche Bank, según un esquema empleado ya por Calisto Tanzi para saquear Parmalat. A principios de agosto, Consorte aprobó esos planes.

El sábado 13, las minutas de esas conversaciones son pedidas desde Bruselas por los comisionados de Competencia (Nellie Kroes) y Finanzas (Charles McCreevy). También solicitan copias las embajadas de Holanda y España, además de las respectivas comisiones de valores. El escándalo ya adopta ribetes europeos. Como anticipaba el miércoles un informe especial de “The Economist”.

El domingo, estalló el “lado suizo” de los escándalos, esta vez en la prensa. “Peculado personal, fondos sin garantía e ‘insider trading’ integran otra vertiente de las investigaciones judiciales sobre el caso AntonVeneta”, había confesado el viernes un “garganta profunda”. Se trata de Egidio Menclossi, muy allegado a Fiorani y ex videdirector de Banca Pololare di Lodi en Suiza. Se tratam claro, de B.P.Italiana.

“Dispongo de pruebas documentales sobre el uso de BPL Suisee para transacciones reservadas, parte de la estrategia de Fiorani y sus cómplices”. Según el alto funcionario, involucran 38 aliados y socios ocultos, todos relacionados con AntonVeneta. También figuran “clientes especiales” y queda claro que esa subsidiaria era una “caja negra” de Fiorani. Precisamente estos datos indujeron a los inspector del banco central rinper el silencio impuesto por Fazio respecto de maniobras vinculadas a AntonVeneta y BNL

Un detalle que también llama la atención de los reguladores suizos es la un prestanombre: Giuseppe Ferrari Agradi (a) Poppi, un jubilado cuyo domicilio legal es la sede de BPI en Lodi. El pensionado aparece como socio de la inmobiliaria Perca, a cargo de negocios con Fiorani. Esto ya se parece a ciertos varios escándalos argentinos.

Así da a entender una investigación publicada este fin de semana por medios italianos, que revela como cerebro de las operaciones a Giovanni Consorte, presidente de la aseguradora Unipol, cuya OPA sobre Banca Nazionale del Lavoro corre peligro de bloqueo. El pacto determina que las tomas de ese banco y Banca Antoiniana Popolare Veneta –por parte de banca Popolare Italia, ex Lodi, o sea Giampiero Fiorani- les reporten ganancias ingentes a sus promotores.

En una segunda etapa, los aliados –con la complicidad de Antonio Fazio, presidente de Banca d’Italia (cerntral)- iban a lanzarse sobre RCS, Capitalia y, por fin, Fiat. Así se desprende de conversaciones telefónicas –interceptadas el 6 de julio- entre Consorte y Ugo Sposetti, senador democristiano (coalición derechista de gobierno). Las grabaciones están en poder de los fiscales Eugenio Fusco y Giulia Perrotti. También tienen registros de un diálogo (15 del mes pasado) entre Fiorani y Emilio Gnutti, un turbio magnate inmobiliario que le vendió dos palacetes a Silvio Berlusconi.

Consorte y Gnutti mencionan varias veces un “pacto parasocietario” para copar BNL, AntonVeneta y, más tarde, otros grupos. Entre sus objetivos inmediatos figura demorar ambas OPA hasta que el valor de los paquetes en mercado haya cedido, para facilitar los financiamientos. En efecto, BPI arriesga la insolvencia: no tiene fondos suficientes para tomar AntonVeneta.

En varias tramos de las grabaciones, Consorte sostiene que “con Berlusconi no hay problemas. Sólo la izquierda seguirá siendo una molestia”. No ocurre así: las fiscalías de Roma y Milán, la Commissione nazionale per società e borse (Consob) y los inspectores del banco central han bloqueado o trabado ambas OPA. Desde otro ángulo, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria y ABN Amro se aprestan a volver a la carga en pos, respectivamente, de BNL y AntonVeneta.

Pero las revelaciones telefónicas de mayor impacto hacen a una futura OPA sobre Fiat. Según Sposetti, Berlusconi y el senador separatista Umnberti Bossi –objeto de investigaciones separadas- apoyarían la iniciativa. Lo mismo señalan conversaciones entre Stefano Ricucci (socio de Fiorani) y su contador, Luigi Gargiulo, experto en firmas fantasmas. Las grabaciones muestran que se pensaba formar “una sociedad con sede en Luxemburgo”, donde participaría Capitalia.

En realidad, Gargiulo ya había inventado “Garlsson”, con dinero de Intermobiliare (Ricucci) y un socio japonés, Nakamura (en total € 39 millones). El 19 de julio, el contador confirmó que “finalmente, también venderemos BNL y AntonVeneta para poner todo en RCS”. La misma conversación menciona a Nakamura. Por otra parte, el futuro agente financiero sería nada menos que Deustche Bank, según un esquema empleado ya por Calisto Tanzi para saquear Parmalat. A principios de agosto, Consorte aprobó esos planes.

El sábado 13, las minutas de esas conversaciones son pedidas desde Bruselas por los comisionados de Competencia (Nellie Kroes) y Finanzas (Charles McCreevy). También solicitan copias las embajadas de Holanda y España, además de las respectivas comisiones de valores. El escándalo ya adopta ribetes europeos. Como anticipaba el miércoles un informe especial de “The Economist”.

El domingo, estalló el “lado suizo” de los escándalos, esta vez en la prensa. “Peculado personal, fondos sin garantía e ‘insider trading’ integran otra vertiente de las investigaciones judiciales sobre el caso AntonVeneta”, había confesado el viernes un “garganta profunda”. Se trata de Egidio Menclossi, muy allegado a Fiorani y ex videdirector de Banca Pololare di Lodi en Suiza. Se tratam claro, de B.P.Italiana.

“Dispongo de pruebas documentales sobre el uso de BPL Suisee para transacciones reservadas, parte de la estrategia de Fiorani y sus cómplices”. Según el alto funcionario, involucran 38 aliados y socios ocultos, todos relacionados con AntonVeneta. También figuran “clientes especiales” y queda claro que esa subsidiaria era una “caja negra” de Fiorani. Precisamente estos datos indujeron a los inspector del banco central rinper el silencio impuesto por Fazio respecto de maniobras vinculadas a AntonVeneta y BNL

Un detalle que también llama la atención de los reguladores suizos es la un prestanombre: Giuseppe Ferrari Agradi (a) Poppi, un jubilado cuyo domicilio legal es la sede de BPI en Lodi. El pensionado aparece como socio de la inmobiliaria Perca, a cargo de negocios con Fiorani. Esto ya se parece a ciertos varios escándalos argentinos.

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