Escándalos BNL y AntonVeneta: Berlusconi suelta a Fazio

Silvio Berlusconi y su vice, Giulio Tremonti, dejan solo a Antonio Fazio, cuestionado por el Banco Central Europeo. Por otro lado, la justicia italiana investiga al jefe de Banca d’Italia por maniobras de Unipol y Banca Popolare Italianaa.

6 septiembre, 2005

La reciente reunión informal entre Jean-Claude Trichet, presidente del BCE, y casi todo su directorio con Fazio fue un virtual proceso a la turbia gestión y las maniobras del italiano. Tanto en el caso Banca Antoniana Popolare Veneta como en el de Banca Nazionale de Lavoro.

“El sistema financiero europeo pierde fiabilidad si se toleran irregularidades como las que han perjudicado a entidades serias”. Así sostuvo Nout Wellink, colega holandés de Fazio, haciendo mención a ABN Amro y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA). “Ahora –apuntó Trichet, experto en escándalos bancarios- esperamos un veredicto de la Comisión Europea”.

Puesto de otro modo, el emisor de la Eurozona ya no confía en el gobierno de Berlusconi y prefiere seguir de cerca las acciones judiciales iniciadas en Roma y Milán. Por supuesto, Holanda y España ya habían planteado ante la CE reclamos por las gruesas irregularidades en torno de AntonVeneta y BNL. Eso convenció a Berlusconi, Tremonti y Umberto Bossi de que había llegado el momento de soltarlo a Fazio, a quien ahora sólo apoyan democristianos ligados a la Santa Sede.

Las OPA salidas casi de la nada, lanzadas por grupos como Unipol (Giovanni Consorte) y Banca Popolare Italiana (Giampiero Fiorani y asociados) son mal vistas por demasiadas instancias. Desde la Commissione nazionale per società e borse (Consob) y los fiscales hasta la Securities & exchange commission (SEC) o los comisarios europeos de finanzas (Charles McCreevy) y competencia (Nellie Kroes).

Durante el encuentro de bancos centrales en Fráncfort, hubo también serias críticas de Portugal, Austria, Alemania e Irlanda. Todo eso mientras, en Roma, los fiscales ampliaban diligencias sobre documentos firmados por Fazio. En lo fundamental, la justicia cuestiona la legitimidad de actos y disposiciones del alto funcionario, que beneficiaron a Consorte-Unipol y Fiorani-BPI. Junto con Fazio, figuran en las actuaciones varios ejecutivos del banco central.

En vísperas de un encuentro entre ministros de Hacienda de la Eurozona, Roma no quiere comprometerse más con ciertos financistas ni sus aliados en Banca d’Italia. Por de pronto, Tremonti le ha pedido a Fazio no acudir a esa reunión ministerial, aunque el inminente “renunciado” insista en hacerlo. Algunos no descartan que también caiga Domenico Siniscalco, titular de Economía.

La reciente reunión informal entre Jean-Claude Trichet, presidente del BCE, y casi todo su directorio con Fazio fue un virtual proceso a la turbia gestión y las maniobras del italiano. Tanto en el caso Banca Antoniana Popolare Veneta como en el de Banca Nazionale de Lavoro.

“El sistema financiero europeo pierde fiabilidad si se toleran irregularidades como las que han perjudicado a entidades serias”. Así sostuvo Nout Wellink, colega holandés de Fazio, haciendo mención a ABN Amro y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA). “Ahora –apuntó Trichet, experto en escándalos bancarios- esperamos un veredicto de la Comisión Europea”.

Puesto de otro modo, el emisor de la Eurozona ya no confía en el gobierno de Berlusconi y prefiere seguir de cerca las acciones judiciales iniciadas en Roma y Milán. Por supuesto, Holanda y España ya habían planteado ante la CE reclamos por las gruesas irregularidades en torno de AntonVeneta y BNL. Eso convenció a Berlusconi, Tremonti y Umberto Bossi de que había llegado el momento de soltarlo a Fazio, a quien ahora sólo apoyan democristianos ligados a la Santa Sede.

Las OPA salidas casi de la nada, lanzadas por grupos como Unipol (Giovanni Consorte) y Banca Popolare Italiana (Giampiero Fiorani y asociados) son mal vistas por demasiadas instancias. Desde la Commissione nazionale per società e borse (Consob) y los fiscales hasta la Securities & exchange commission (SEC) o los comisarios europeos de finanzas (Charles McCreevy) y competencia (Nellie Kroes).

Durante el encuentro de bancos centrales en Fráncfort, hubo también serias críticas de Portugal, Austria, Alemania e Irlanda. Todo eso mientras, en Roma, los fiscales ampliaban diligencias sobre documentos firmados por Fazio. En lo fundamental, la justicia cuestiona la legitimidad de actos y disposiciones del alto funcionario, que beneficiaron a Consorte-Unipol y Fiorani-BPI. Junto con Fazio, figuran en las actuaciones varios ejecutivos del banco central.

En vísperas de un encuentro entre ministros de Hacienda de la Eurozona, Roma no quiere comprometerse más con ciertos financistas ni sus aliados en Banca d’Italia. Por de pronto, Tremonti le ha pedido a Fazio no acudir a esa reunión ministerial, aunque el inminente “renunciado” insista en hacerlo. Algunos no descartan que también caiga Domenico Siniscalco, titular de Economía.

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