En Italia roza al Vaticano nuevo escándalo financiero

<p>Entre fraudes en construcci&oacute;n o refecci&oacute;n de bienes ra&iacute;ces &ndash;inclusive propiedades eclesesi&aacute;sticas- y fondos negros, el audaz operador implic&oacute; arquitectos, ingenieros, funcionarios en varios niveles y varios prelados. En este momento, se entablan m&aacute;s acciones contra una camarilla manejada por Anemone.<br />
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Esto puso en la mira al IOR, precisamente mientras Josef Ratzinger trata de destrabar el proceso pro canonizaci&oacute;n de Juan Pablo II. Ese papa, amigo personal de Marcinkus, entonces cabeza del instituto, hizo lo posible para protegerlo. Una vez asesinados Calvi &ndash;gerente del IOR- y el mafioso Michele Sindona &ndash;su apellido significa sudario-, Karol Wojtila mand&oacute; a Marcinkus al exilio en Cicero, Illinois, donde muri&oacute; en 2006 llev&aacute;ndose varios secretos.<br />
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El presente caso es m&aacute;s &ldquo;laico&rdquo;, pero no menos peligroso para un pont&iacute;fice asediado por una serie de procesos asociados a abusos contra menores. Anemone, en efecto, ten&iacute;a un testaferro, Angelo Zampolini, que compraba casas por cuenta de Claudio Scajola, ex ministro de Silvio Berlusconi hoy preso, Francesco Pittorru (general de la polic&iacute;a secreta) y Ercole Incalza.<br />
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Este grupo estaba vinculado a Angelo Balducci, de Propaganda Fidei, una prelatura muy ortodoxa. Los interrogatorios previstos para esta semana pueden ser una bomba de tiempo, pues se relacionan con dinero no declarado e ingresado en el Vaticano v&iacute;a el instituto. Ah&iacute; entran en juego el sacerdote derechista Evaldo Martioli y Ettore Gotti, presidente del IOR.</p>
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