En EE.UU gastan lo que les prestan

Desde que George W. Bush se aprestaba a asumir la presidencia hacia finales del 2000 la deuda federal aumentó US$ 1,1 billón (millón de millones).

4 octubre, 2005

De ese total ni un solo centavo fue aportado por inversores estadounidenses quienes, por el contrario, hsn ido vendiendo cada vez más títulos de la Tesorería.

Las últimas cifras reveladas sobre quiénes son los que compran deuda de la tesorería, muestran que son inversores y bancos centrales del exterior, quienes han aumentado sus tenencias de bonos en US$ 1 millón desde que asumió George W. Bush. Otros US$ 213.000 millones fueron comprados por la Reserva Federal.

Este récord contrasta enormemente con el déficit de Ronald Reagan, con quien suelen comparar a Bush. Hasta la fecha Ronald Reagan sigue siendo el presidente que mayor déficit federal acumuló en su mandato: US$ 1,4 billones. Pero necesitó seis años para lograrlo. George W. Bush, en cambio, logró lo suyo en sólo cuatro años y medio.

Durante los años de Reagan, los inversores extranjeros sólo aceptaron tomar una sexta parte de la deuda nueva. Cuando él asumió, a los extranjeros se les debía 21% de la deuda nacional, excluyendo la parte que se le debía a la Reserva Federal. Al final de su mandato, esa cifra había caído 19%. Se mantuvo durante la presidencia de George H. W. Bush (padre) pero comenzó a subir durante el mandato de Bill Clinton, cuando los inversores extranjeros compraron más bonos de los que se emitían. Al final del mandato de Clinton, el porcentaje había subido a 36%. Ahora está en 54%.

Los bancos y las aseguradoras nacionales poseen, en conjunto, menos de 8% de los bonos de la Tesorería. Si bien George W. Bush va camino de convertirse en el presidente que acumula más deuda durante su gestión, desde otros puntos de vista su administración no ha sido especialmente despilfarradora. La deuda neta subió a una tasa anual de 6,4%. Mucho más que el 0,4% de su predecesor, Bill Clinton, pero muy inferior a la de todos los presidentes desde Gerald R. Ford hasta George H. W. Bush.

Ford soportó una pesada recesión y un aumento del déficit por la suba de los precios del petróleo. Con él la deuda nacional subió a razón de 30% al año porque el gobierno gastaba dinero para mantener a flote la economía. BO fue suficiente para impedir la más profunda recesión desde la Gran Depresión. Ford también tuvo altas tasas de interés, porque los inversores reaccionaban con temor ante las perspectivas de más inflación yt exigían un pre ium para comprar ese alud de títulos de la Tesorería. Bush, en cambio, ha sido bendecido por bajas tasas de interés, en parte porque los bancos centrales extranjeros están comprando títulos para sostener el dólar, sin importarles cuán bajas estén las tasas de interés.

De ese total ni un solo centavo fue aportado por inversores estadounidenses quienes, por el contrario, hsn ido vendiendo cada vez más títulos de la Tesorería.

Las últimas cifras reveladas sobre quiénes son los que compran deuda de la tesorería, muestran que son inversores y bancos centrales del exterior, quienes han aumentado sus tenencias de bonos en US$ 1 millón desde que asumió George W. Bush. Otros US$ 213.000 millones fueron comprados por la Reserva Federal.

Este récord contrasta enormemente con el déficit de Ronald Reagan, con quien suelen comparar a Bush. Hasta la fecha Ronald Reagan sigue siendo el presidente que mayor déficit federal acumuló en su mandato: US$ 1,4 billones. Pero necesitó seis años para lograrlo. George W. Bush, en cambio, logró lo suyo en sólo cuatro años y medio.

Durante los años de Reagan, los inversores extranjeros sólo aceptaron tomar una sexta parte de la deuda nueva. Cuando él asumió, a los extranjeros se les debía 21% de la deuda nacional, excluyendo la parte que se le debía a la Reserva Federal. Al final de su mandato, esa cifra había caído 19%. Se mantuvo durante la presidencia de George H. W. Bush (padre) pero comenzó a subir durante el mandato de Bill Clinton, cuando los inversores extranjeros compraron más bonos de los que se emitían. Al final del mandato de Clinton, el porcentaje había subido a 36%. Ahora está en 54%.

Los bancos y las aseguradoras nacionales poseen, en conjunto, menos de 8% de los bonos de la Tesorería. Si bien George W. Bush va camino de convertirse en el presidente que acumula más deuda durante su gestión, desde otros puntos de vista su administración no ha sido especialmente despilfarradora. La deuda neta subió a una tasa anual de 6,4%. Mucho más que el 0,4% de su predecesor, Bill Clinton, pero muy inferior a la de todos los presidentes desde Gerald R. Ford hasta George H. W. Bush.

Ford soportó una pesada recesión y un aumento del déficit por la suba de los precios del petróleo. Con él la deuda nacional subió a razón de 30% al año porque el gobierno gastaba dinero para mantener a flote la economía. BO fue suficiente para impedir la más profunda recesión desde la Gran Depresión. Ford también tuvo altas tasas de interés, porque los inversores reaccionaban con temor ante las perspectivas de más inflación yt exigían un pre ium para comprar ese alud de títulos de la Tesorería. Bush, en cambio, ha sido bendecido por bajas tasas de interés, en parte porque los bancos centrales extranjeros están comprando títulos para sostener el dólar, sin importarles cuán bajas estén las tasas de interés.

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