El euro se consolida en US$ 0,97

Las declaraciones a favor de que el BCE tenga facultades de intervención en el mercado de divisas fue bien recibida por los mercados.

24 marzo, 2000

El euro se consolidó el viernes, por encima de la barrera de los US$ 0,97, cotización que no alcanzaba desde principios de marzo, al tiempo que continúan aumentado los indicios para una nueva subida de los tasas de interés en la eurozona a corto plazo.

El Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio oficial de la moneda única en los US$ 0,9715, después de que en la tarde del jueves el euro consiguiese traspasar esa barrera, en la que parecía situarse un fuerte tope de resistencia.

Las declaraciones del vicepresidente del BCE, Christian Noyer, sobre las posibilidades de una intervención en apoyo de la moneda y la subida de la banda de los tipos de interés suizos en tres cuartos de punto, proporcionaron al euro el impulso necesario para recuperarse de la caída sufrida a principios de semana.

Noyer declaró el jueves en Oslo que la entidad emisora europea “puede utilizar algún día” la intervención en los mercados de divisas, tal como hace la Reserva Federal estadounidense.

“Sin ninguna duda ese instrumento está en nuestras manos, tal como está en las manos de las autoridades monetarias de EEUU”, precisaba el banquero francés, y desataba con ello las especulaciones, ya que hasta la fecha los directivos del BCE habían más bien descartado esa posibilidad en sus declaraciones.

También el gobernador del banco central de Bélgica y miembro como tal del Consejo de Gobierno del BCE, Guy Quaden, recalcaba a su vez, en la misma línea que Noyer, que “nadie ha dicho que el banco no utilizaría nunca la posibilidad de una intervención”.

Además varios indicadores confirman la fortaleza de la recuperación económica del área y, al mismo tiempo, acentúan también el peligro de que la inflación continúe repuntando.

La producción industrial de los países de la Unión Europea creció un 3,9% anual en enero, según los datos conocidos el jueves, mientras que los precios de las importaciones alemanas aumentaron anualmente en febrero un 10,9%, la mayor subida desde octubre de 1981.

En Francia, el gasto de los consumidores se elevó también en febrero por quinta vez consecutiva en cinco meses en un 2,2% hasta colocar el incremento interanual en el 7,8%.

Todos estos datos aumentan las posibilidades de una nueva subida de los tipos y pueden fortalecer en consecuencia al euro, que se beneficia del recorte del diferencial de las tasas europeas y estadounidenses.

La moneda europea podría rebasar, en este contexto, el tope de resistencia de los US$ 0,9820 y emprender desde ahí el camino hacia la paridad, según las previsiones más optimistas.

El euro se consolidó el viernes, por encima de la barrera de los US$ 0,97, cotización que no alcanzaba desde principios de marzo, al tiempo que continúan aumentado los indicios para una nueva subida de los tasas de interés en la eurozona a corto plazo.

El Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio oficial de la moneda única en los US$ 0,9715, después de que en la tarde del jueves el euro consiguiese traspasar esa barrera, en la que parecía situarse un fuerte tope de resistencia.

Las declaraciones del vicepresidente del BCE, Christian Noyer, sobre las posibilidades de una intervención en apoyo de la moneda y la subida de la banda de los tipos de interés suizos en tres cuartos de punto, proporcionaron al euro el impulso necesario para recuperarse de la caída sufrida a principios de semana.

Noyer declaró el jueves en Oslo que la entidad emisora europea “puede utilizar algún día” la intervención en los mercados de divisas, tal como hace la Reserva Federal estadounidense.

“Sin ninguna duda ese instrumento está en nuestras manos, tal como está en las manos de las autoridades monetarias de EEUU”, precisaba el banquero francés, y desataba con ello las especulaciones, ya que hasta la fecha los directivos del BCE habían más bien descartado esa posibilidad en sus declaraciones.

También el gobernador del banco central de Bélgica y miembro como tal del Consejo de Gobierno del BCE, Guy Quaden, recalcaba a su vez, en la misma línea que Noyer, que “nadie ha dicho que el banco no utilizaría nunca la posibilidad de una intervención”.

Además varios indicadores confirman la fortaleza de la recuperación económica del área y, al mismo tiempo, acentúan también el peligro de que la inflación continúe repuntando.

La producción industrial de los países de la Unión Europea creció un 3,9% anual en enero, según los datos conocidos el jueves, mientras que los precios de las importaciones alemanas aumentaron anualmente en febrero un 10,9%, la mayor subida desde octubre de 1981.

En Francia, el gasto de los consumidores se elevó también en febrero por quinta vez consecutiva en cinco meses en un 2,2% hasta colocar el incremento interanual en el 7,8%.

Todos estos datos aumentan las posibilidades de una nueva subida de los tipos y pueden fortalecer en consecuencia al euro, que se beneficia del recorte del diferencial de las tasas europeas y estadounidenses.

La moneda europea podría rebasar, en este contexto, el tope de resistencia de los US$ 0,9820 y emprender desde ahí el camino hacia la paridad, según las previsiones más optimistas.

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