EE.UU.: las reformas bursátiles no paran en Nueva York

La vía judicial puede forzar reformas en estructuras y operatorias bursátiles. En este caso, la clave es una demanda de Eurex –plaza de derivados- contra los dos puntales de Chicago, la CBOT y la CME.

22 octubre, 2003

Una posible irrupción del megapanel europeo de derivados -contratos a término
basados en instrumentos derivativos- podría imponer profundos cambios en
sus equivalentes norteamericanas. Vale decir, Chicago Board of Trade (CBOT, pizarra
bursátil) y Chicago Mercantile Exchange (CME, bolsa mercantil).

Las acciones entabladas por Eurex buscan vulnerar la hegemonía de ambas
plazas en materia de futuros, opciones y sus coberturas (o sea, los cuantiosos
y volátiles derivados). Además, como lo sugiere la crisis de los
“hacemercados” en la Bolsa de Nueva York, el ataque podría
significar una victoria de los paneles electrónicos sobre los operadores
físicos.

A criterio de analistas neutrales, la culpa la tienen los de Chicago, porque
intentan bloquear la entrada de competidores y, con ella, atrasan el reloj.
Por ende, tornan más traumáticos un cambio tan inevitable allá
como en Nueva York. De hecho, Fráncfort, París, Amsterdam, Tokio,
Singapur o San Pablo lo han hecho con excelentes resultados.

La clave del problema es simple: la intermediación tradicional -acciones,
bonos, productos primarios, tasas, monedas- es bastante más cara y menos
ágil que la intermediación electrónica (computadoras, redes).
Para Eurex, entonces, urge ingresar en Estados Unidos y, por ese canal, generar
una plaza realmente global para armar, liquidar y compensar derivados.

Los europeos están seguros del triunfo, a la corta o a la larga. La
razón es simple: ofrecen acceso directo las 24 horas a todos los participantes,
tarifa plana, futuros y opciones en euros, liquidaciones en cualquier momento
sin gastos extras de conversión entre esa moneda y las restantes divisas
(dólar, franco suizo, yen).

La demanda radicada días atrás, ante tribunales de Chicago, contra
CBOT y CME se refiere a trabas interpuestas para que Eurex se asocie con Clearing
Corporation. Esto le permitiría liquidar y compensar transacciones en
EE.UU. De paso, atraería a una cantidad de operadores que evitan Chicago
por derechos de ingreso y comisiones altísimas.

Por supuesto, CBOT y CME han intentado demorar la causa judicial. Para ello,
emplean excusas fabricadas por teóricos y académicos “amigos”.
Por ejemplo, los de universidades como Vanderbilt, Michigan o John Hopkins.

Una posible irrupción del megapanel europeo de derivados -contratos a término
basados en instrumentos derivativos- podría imponer profundos cambios en
sus equivalentes norteamericanas. Vale decir, Chicago Board of Trade (CBOT, pizarra
bursátil) y Chicago Mercantile Exchange (CME, bolsa mercantil).

Las acciones entabladas por Eurex buscan vulnerar la hegemonía de ambas
plazas en materia de futuros, opciones y sus coberturas (o sea, los cuantiosos
y volátiles derivados). Además, como lo sugiere la crisis de los
“hacemercados” en la Bolsa de Nueva York, el ataque podría
significar una victoria de los paneles electrónicos sobre los operadores
físicos.

A criterio de analistas neutrales, la culpa la tienen los de Chicago, porque
intentan bloquear la entrada de competidores y, con ella, atrasan el reloj.
Por ende, tornan más traumáticos un cambio tan inevitable allá
como en Nueva York. De hecho, Fráncfort, París, Amsterdam, Tokio,
Singapur o San Pablo lo han hecho con excelentes resultados.

La clave del problema es simple: la intermediación tradicional -acciones,
bonos, productos primarios, tasas, monedas- es bastante más cara y menos
ágil que la intermediación electrónica (computadoras, redes).
Para Eurex, entonces, urge ingresar en Estados Unidos y, por ese canal, generar
una plaza realmente global para armar, liquidar y compensar derivados.

Los europeos están seguros del triunfo, a la corta o a la larga. La
razón es simple: ofrecen acceso directo las 24 horas a todos los participantes,
tarifa plana, futuros y opciones en euros, liquidaciones en cualquier momento
sin gastos extras de conversión entre esa moneda y las restantes divisas
(dólar, franco suizo, yen).

La demanda radicada días atrás, ante tribunales de Chicago, contra
CBOT y CME se refiere a trabas interpuestas para que Eurex se asocie con Clearing
Corporation. Esto le permitiría liquidar y compensar transacciones en
EE.UU. De paso, atraería a una cantidad de operadores que evitan Chicago
por derechos de ingreso y comisiones altísimas.

Por supuesto, CBOT y CME han intentado demorar la causa judicial. Para ello,
emplean excusas fabricadas por teóricos y académicos “amigos”.
Por ejemplo, los de universidades como Vanderbilt, Michigan o John Hopkins.

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