EE.UU.: cifras laborales inesperadamente flojas presionan al dólar

El euro experimentó su mayor repunte diario en seis semanas (1,93%), debido a estadísticas laborales sorpresivamente pobres en febrero. El sector privado estadounidense generó apenas 21.000 puestos, contra expectativas seis veces superiores.

5 marzo, 2004

La difusión del informe oficial preliminar para el mes pasado fogoneó, de inmediato, presunciones de que –con semejante flojedad del empleo, en plena campaña electoral- el Sistema de Reserva Federal no tocará las tasas básicas hasta pasado el 2 de noviembre.

El euro avanzó 1,5% en apenas media hora, tras conocerse las cifras laborales. Además, ciertas declaraciones del propio Alan Greenspan, CEO del SRF (formuladas la semana anterior) ya hacían sospechar que los dos tipos referenciales permanecerían en 1% anual –mínimo desde julio de 1958- durante largo tiempo.

“En un primer momento, nadie quería creerlo”, admitió un operador cambios en WestLB AG (Nueva York). “Poco después, quedo claro que era hora de vender posiciones en dólares”. A media sesión en esa plaza, el euro rozaba US$ 1,2395, o sea 2% sobre el cierre del jueves. Luego se moderó, pero no mucho: 1,2385 (+1,93%).

Ante el yen, las cosas eran diferentes. Al saberse que el Banco de Japón (central) seguía comprando dólares al ritmo de las últimas jornadas, la divisa referencial marcó ¥ 111,55. Vale decir, el pico desde 2002, 5,8% sobre el mínimo de este año (105,40, el 10 de febrero) y un precio absolutamente ficticio.

Las empresas norteamericanas marcaron en febrero un saldo positivo de 21.000 entre personal tomado y despedido. Aparte de mantener en 5,6% el índice de desempleo –al asumir George W.Bush, era 4,2%-, dejó en el aire a los gurúes de mercado, que apostaban a 130.000 puestos adicionales, contra 97.000 en enero. En vez de subir 34%, el saldo cedió 78,4%, de acuerdo con estimaciones del departamento federal de Trabajo.

“Operadores e intermediarios estaban alelados. Nadie esperaba algo así”, señalaba un directivo de American Express Bank. “Hoy ya no se cree que el SRF eleve tasas básicas, por lo cual nuestra moneda volverá a debilitarse ante el euro y el BdJ deberá gastar muchos más yenes comprando dólares para que no bajen de ¥ 108/110”.

Lo ocurrido al cerrar la semana confirma una impresión de los mercados a ambos lados del Atlántico: “los compradores de bonos, es decir deuda norteamericana, escucharán cada día menos a Greenspan y se fijan cada día más en los vaivenes cambiarios”. Así prevé un informe de Deutsche Bank (departamento de renta fija).

Precisamente, la adquisición sin precedentes de bonos norteamericanos –por parte de bancos centrales- responde a factores cambiarios, no al discurso “reelectoralista” de Greenspan. Pero, como advierten varios fondos especializados, quizás el BdJ esté exagerando al combinar compras masivas de letras federales con compras masivas de dólares.

La difusión del informe oficial preliminar para el mes pasado fogoneó, de inmediato, presunciones de que –con semejante flojedad del empleo, en plena campaña electoral- el Sistema de Reserva Federal no tocará las tasas básicas hasta pasado el 2 de noviembre.

El euro avanzó 1,5% en apenas media hora, tras conocerse las cifras laborales. Además, ciertas declaraciones del propio Alan Greenspan, CEO del SRF (formuladas la semana anterior) ya hacían sospechar que los dos tipos referenciales permanecerían en 1% anual –mínimo desde julio de 1958- durante largo tiempo.

“En un primer momento, nadie quería creerlo”, admitió un operador cambios en WestLB AG (Nueva York). “Poco después, quedo claro que era hora de vender posiciones en dólares”. A media sesión en esa plaza, el euro rozaba US$ 1,2395, o sea 2% sobre el cierre del jueves. Luego se moderó, pero no mucho: 1,2385 (+1,93%).

Ante el yen, las cosas eran diferentes. Al saberse que el Banco de Japón (central) seguía comprando dólares al ritmo de las últimas jornadas, la divisa referencial marcó ¥ 111,55. Vale decir, el pico desde 2002, 5,8% sobre el mínimo de este año (105,40, el 10 de febrero) y un precio absolutamente ficticio.

Las empresas norteamericanas marcaron en febrero un saldo positivo de 21.000 entre personal tomado y despedido. Aparte de mantener en 5,6% el índice de desempleo –al asumir George W.Bush, era 4,2%-, dejó en el aire a los gurúes de mercado, que apostaban a 130.000 puestos adicionales, contra 97.000 en enero. En vez de subir 34%, el saldo cedió 78,4%, de acuerdo con estimaciones del departamento federal de Trabajo.

“Operadores e intermediarios estaban alelados. Nadie esperaba algo así”, señalaba un directivo de American Express Bank. “Hoy ya no se cree que el SRF eleve tasas básicas, por lo cual nuestra moneda volverá a debilitarse ante el euro y el BdJ deberá gastar muchos más yenes comprando dólares para que no bajen de ¥ 108/110”.

Lo ocurrido al cerrar la semana confirma una impresión de los mercados a ambos lados del Atlántico: “los compradores de bonos, es decir deuda norteamericana, escucharán cada día menos a Greenspan y se fijan cada día más en los vaivenes cambiarios”. Así prevé un informe de Deutsche Bank (departamento de renta fija).

Precisamente, la adquisición sin precedentes de bonos norteamericanos –por parte de bancos centrales- responde a factores cambiarios, no al discurso “reelectoralista” de Greenspan. Pero, como advierten varios fondos especializados, quizás el BdJ esté exagerando al combinar compras masivas de letras federales con compras masivas de dólares.

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