Dos motivos convergen en la caída de acciones y el alza de tasas

Una violenta corrida cambiaria en la volátil Turquía se combinó con opiniones de banqueros centrales en Basilea. Éstos prevén intereses altos para frenar tendencias inflacionarias. Wall Street sintió el golpe.

27 junio, 2006

En un momento dado, la libra turca llegó a perder 25%, lo cual generó una recompra oportunitas en varias plazas. No obstante, los problemas financieroa y económicos de ese país seguían perturbando los mercados secundarios regionales y ayudaban a que las tasas largas norteamericanas tocase nuevas máximas: 5,223% la T-10, 5,28% anual la T-30. Entretanto, la Libor a seis meses continuaba batiendo marcas y tocaba 5,62% anual.

El banco central otomano resolvió elevar tipos de interés y salir a vender dólares pata frenar la fuga de capitales. Medios británicos creen que Rusia, Ucrania y las repúblicas petroleras de Asia central (de habla turca) estaban armando un a intervención concertada.

Las turbulencias viene castigando a Turquía desde principios de mayo, aunque la prensa occidental y latinoamericana no haya reparado en la nueva crisis. Dürmüs Yilmaz, presidente del emisor, ha ido subiendo la tasa básica de 2,25 a 4% anual. Pero el dólar alcanzó picos de 1,69 libras y obligó a vender US$ 500 millones a poco menos de ese precio.

Mientras tanto, en Basilea una reunión ordinaria del Banco de Ajustes Internacionales (BAI, “banco central de bancos centrales”) sirvió para lanzar una advertencia al estilo de Benjamin Bernanke: “Los entes emisores tal vez deban elevar tasas a mayor ritmo que hasta ahora, para morigerar tendencias inflacionarias en varias economías importantes”.

En otras palabras, no se descartan posibilidades de que la Reserva Federal acentúe los ajustes actual (25 puntos básicos cada cinco semanas) ni el Banco Central Europeo adopte un temperamento similar. También es factible que el Banco del Japón incremente sus propias tasas, o induzca al sector privado a hacerlo. Todas estas observaciones figuran, ademán, en una declaración de Malcolm Knight –gerente general del BAI- adjunta al informe anual de la entidad.

En ese contexto, Wall Street cedía de 0,55 a 1% en los principales paneles. Mientras tanto, el crudo tejano intermedio subía otro escalón,a US$ 72,15 el barril.

En un momento dado, la libra turca llegó a perder 25%, lo cual generó una recompra oportunitas en varias plazas. No obstante, los problemas financieroa y económicos de ese país seguían perturbando los mercados secundarios regionales y ayudaban a que las tasas largas norteamericanas tocase nuevas máximas: 5,223% la T-10, 5,28% anual la T-30. Entretanto, la Libor a seis meses continuaba batiendo marcas y tocaba 5,62% anual.

El banco central otomano resolvió elevar tipos de interés y salir a vender dólares pata frenar la fuga de capitales. Medios británicos creen que Rusia, Ucrania y las repúblicas petroleras de Asia central (de habla turca) estaban armando un a intervención concertada.

Las turbulencias viene castigando a Turquía desde principios de mayo, aunque la prensa occidental y latinoamericana no haya reparado en la nueva crisis. Dürmüs Yilmaz, presidente del emisor, ha ido subiendo la tasa básica de 2,25 a 4% anual. Pero el dólar alcanzó picos de 1,69 libras y obligó a vender US$ 500 millones a poco menos de ese precio.

Mientras tanto, en Basilea una reunión ordinaria del Banco de Ajustes Internacionales (BAI, “banco central de bancos centrales”) sirvió para lanzar una advertencia al estilo de Benjamin Bernanke: “Los entes emisores tal vez deban elevar tasas a mayor ritmo que hasta ahora, para morigerar tendencias inflacionarias en varias economías importantes”.

En otras palabras, no se descartan posibilidades de que la Reserva Federal acentúe los ajustes actual (25 puntos básicos cada cinco semanas) ni el Banco Central Europeo adopte un temperamento similar. También es factible que el Banco del Japón incremente sus propias tasas, o induzca al sector privado a hacerlo. Todas estas observaciones figuran, ademán, en una declaración de Malcolm Knight –gerente general del BAI- adjunta al informe anual de la entidad.

En ese contexto, Wall Street cedía de 0,55 a 1% en los principales paneles. Mientras tanto, el crudo tejano intermedio subía otro escalón,a US$ 72,15 el barril.

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