Dos bancos de perfil disímil pero en el mismo escenario

Hay un par de entidades que encarnan lo mejor y lo peor de la crisis 2007/9. Internationale Nederlandse Groep, que pidió un rescate de € 10.000 millones, y Standard Chartered Bank, firme en el sudeste asiático desde tiempos del imperio Británico.

1 diciembre, 2009

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El venerable banco holand&eacute;s ING se vio obligado a ese salvamento y a una dr&aacute;stica reestructuraci&oacute;n. Ejecutivos de las dos instituciones estaban d&iacute;as atr&aacute;s en un simposio regional (Singapur) sobre el futuro del sector, armado por el Institut pour la administration des entreprises (Insead) y la escuela de negocios Wharton. En su curso, Timothy Condon, director gerente de ING admiti&oacute; que la tormenta hab&iacute;a pegado fuerte.</p>
<p>Pero los reguladores de la Eurozona le impusieron al banco holand&eacute;s bastante m&aacute;s que una reestructuraci&oacute;n. En efecto, lo forzaron a liquidar operaciones en Estados Unidos y a separar las divisiones de banca y seguros. Son dos cosas distintas que nunca lograron las sinergias esperadas. No obstante, ING afirma haber &ldquo;detectado &aacute;reas con potencial en Asia oriental y sudoriental&rdquo;, se&ntilde;ala Condon.</p>
<p>&ldquo;Singapur es el centro regional, pero &ndash;explica- tambi&eacute;n tenemos oficinas en Shanghai, Se&uacute;l, Manila, Kuala Lumpur y Bangkok. Estamos dispuestos a correr riesgos si vislumbramos buenas oportunidades. Por ejemplo, en Latinoam&eacute;rica, Europa central y oriental&rdquo;.</p>
<p>Standard Chartered no precis&oacute; rescate alguno, mientras respaldaba su cartera brit&aacute;nica en lo peor del descalabro. Jaspal Bindra, director ejecutivo para Asia meridional, en realidad est&aacute; m&aacute;s preocupado por los alcances de las probables regulaciones posteriores a la crisis.</p>
<p>&ldquo;&iquest;Qui&eacute;n sabe si el desmantelamiento forzoso de entidades ser&aacute; bueno o malo?&rdquo; pregunta aludiendo al caso ING. Pero, &ldquo;si uno observa situaciones donde el contribuyente paga los errores de gente codiciosa, acaba simpatizando con las acciones llevadas a cabo por los gobiernos&rdquo;.</p>
<p>Lo malo es que, en el nuevo escenario financiero, puede haber m&aacute;s regulaci&oacute;n pero, tambi&eacute;n, nuevos instrumentos de especulaci&oacute;n. Es una contradicci&oacute;n de t&eacute;rminos: pese a sus problemas, ING ya desarrolla un fondo de cobertura, basado en una forma modificada de titulizaci&oacute;n, para lanzar en algunos meses. Como si nada hubiese sucedido, Condon cree que hay un mercado de riesgo. Otros en Singapur no coincid&iacute;an.</p>
<p>&ldquo;Habr&aacute; derivativos por largo tiempo. Los clientes los necesitan y los exigen. Nuestro negocio es proveerlos y promoverlos&rdquo;. Obviamente, Condon es un fundamentalista de mercado. No por casualidad, desde otro extremo Bindra no descarta futuros cimbronazos especulativos. Sin embargo, espera &ldquo;una recuperaci&oacute;n lenta, gradual, particularmente en las econom&iacute;as occidentales. En lo tocante a Asia oriental y meridional, hay mejores expectativas; sobre todo en China, cuyo producto bruto interno puede crecer alrededor de 10% en 2010&rdquo;.<br />
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