Dólar, víctima de Iraq y las débiles ventas minoristas

El euro marcó ayer el precio más alto (US$ 1,0575) en 40 meses, mientras el dólar bajaba a ¥ 117,90, mínimo desde el 5 de septiembre (lejos aún del ¥ 115,85 registrado el 17 de julio). Motivos: nervios por Iraq y pobres ventas minoristas.

15 enero, 2003

Contra lo que suponen ciertos analistas y operadores de Wall Street, el riesgo
bélico, agravado por los “temper tantrums” -rabietas-
de George W. Bush, hace que los capitales salgan de Estados Unidos, en vez de
afluir (como ocurrió en la anterior guerra del Golfo). “Los factores
geopolíticos y la reticencia del consumidor interno desincentivan a los
inversores. A este paso, el euro puede llegar a US$ 1,07 en semanas”. Así
opina un estratega de Bank of America, apuntando que la divisa referencial ha
cedido 6% ante el euro y 3,7% ante el yen en mes y medio. “Los nervios por
Iraq irán dominando el escenario, de ahí que nuestra entidad haya
pasado -en cuanto va del mes- US$ 29.000 millones a francos suizos”, coincide
un analista de Banque Sarasin & Cie, Zürich.

Por otra parte, los mercados sospechan que el presidente Bush tolerará
un dólar débil. Desde el despido de Paul O´Neill como secretario
de Hacienda (ahora el ex funcionario critica duramente las nuevas rebajas tributarias
a sectores de altos ingresos y grandes empresas), Washington no habla de política
cambiaria. Pero, a fin de mes, el candidato para esa cartera -John Snow- deberá
responder sobre el tema ante el Senado, que puede aceptar o no su nombramiento.

En lo tocante a ventas minoristas, el aumento de diciembre fue inferior a los
cálculos más conservadores: 1,2%, el menor margen en diez años,
para totalizar US$ 308.000 millones. La renuencia del público se notó
especialmente en grandes tiendas y el rubro alimentos Con el desempleo en un máximo
de ocho años (6%), no se cumplieron las expectativas de Wal-Mart ni Target
Corporation (esperaba 1,4/1,5% de aumento).

Contra lo que suponen ciertos analistas y operadores de Wall Street, el riesgo
bélico, agravado por los “temper tantrums” -rabietas-
de George W. Bush, hace que los capitales salgan de Estados Unidos, en vez de
afluir (como ocurrió en la anterior guerra del Golfo). “Los factores
geopolíticos y la reticencia del consumidor interno desincentivan a los
inversores. A este paso, el euro puede llegar a US$ 1,07 en semanas”. Así
opina un estratega de Bank of America, apuntando que la divisa referencial ha
cedido 6% ante el euro y 3,7% ante el yen en mes y medio. “Los nervios por
Iraq irán dominando el escenario, de ahí que nuestra entidad haya
pasado -en cuanto va del mes- US$ 29.000 millones a francos suizos”, coincide
un analista de Banque Sarasin & Cie, Zürich.

Por otra parte, los mercados sospechan que el presidente Bush tolerará
un dólar débil. Desde el despido de Paul O´Neill como secretario
de Hacienda (ahora el ex funcionario critica duramente las nuevas rebajas tributarias
a sectores de altos ingresos y grandes empresas), Washington no habla de política
cambiaria. Pero, a fin de mes, el candidato para esa cartera -John Snow- deberá
responder sobre el tema ante el Senado, que puede aceptar o no su nombramiento.

En lo tocante a ventas minoristas, el aumento de diciembre fue inferior a los
cálculos más conservadores: 1,2%, el menor margen en diez años,
para totalizar US$ 308.000 millones. La renuencia del público se notó
especialmente en grandes tiendas y el rubro alimentos Con el desempleo en un máximo
de ocho años (6%), no se cumplieron las expectativas de Wal-Mart ni Target
Corporation (esperaba 1,4/1,5% de aumento).

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