Cuatro formas de inversiones alternativas

¿Se puede invertir con la inflación que tenemos? Es posible, pero hay que ser original en la elección de las operaciones. Por lo pronto, es preciso olvidarse de plazos fijos y compra de ladrillos.

26 marzo, 2015

Hoy más que nunca el ciudadano de a pie debe pensar con originalidad para que sus ingresos  no se desvaloricen. Y si además desea generar algún excedente, la originalidad necesaria deberá ser todavía mayor, escribió en Alzas y Bajas el economista Nicolás Litvinoff. En el menú de alternativas que ve como posibles para poner a salvo los ahorros, cuando los hay, se destacan cuatro.

 

  1. Adelantar el consumo corriente. El planteo que hace es el siguiente: si la inflación proyectada para este año es de 25%,  un camino posible es aprovechar los descuentos de hasta 30% que se pueden obtener en comercios mayoristas.  O sea, se pueden almacenar alimentos no perecederos, artículos de higiene personal y de la casa, gaseosas, aguas y vinos. Luego se consume de a poco esos productos acumulados que de otra manera habría que comprar con una erogación mucho mayor.

 

  1. Préstamos a cooperativas. Son colocaciones a plazo fijo en cooperativas reguladas por el Banco Central que captan dinero del público  — como los bancos – para  colocarlo luego en préstamos personales o corporativos. La ganancia está en el “spread” que existe entre la tasa activa y la pasiva. Muchas de estas cooperativas prestan el dinero captado a trabajadores y/o jubilados mediante el método de “descuento de haberes”, en el cual el cobro está prácticamente asegurado y el riesgo es muy bajo.

 

  1. Fondos comunes de inversión. Los fondos comunes de inversión en pesos son instrumentos que se pueden operar a través de agentes de bolsa o incluso a veces en el mismo banco en que se tiene cuenta corriente o de ahorro. Previamente, hay que habilitar una cuenta de inversiones. Según la Cámara Argentina de Fondos Comunes de Inversión, en 2014 el rendimiento promedio acumulado hasta noviembre fue de 35,9%. Los fondos de renta variable obtuvieron 87,60% y fueron los de mejor perfomance, seguidos por los fondos de infraestructura que obtuvieron 38,50%. En el podio, el tercer puesto fue para los fondos de renta mixta con una suba interanual de 34,4%.

 

  1. Finanzas colaborativas. Esta es una nueva modalidad basada en préstamos entre personas con una empresa como “moderador”. Lo que busca es transformar las condiciones de los créditos y el rendimiento de las inversiones en valores justos. Este segmento de mercado está creciendo mucho a nivel internacional. Entre las pocas que todavía hay en nuestro país se destaca Afluenta. Con esta modalidad de crédito el rendimiento de la inversión es la suma del dinero que los inversores obtienen por colocar sus fondos en los créditos para otras personas. Estos son individuos que fueron admitidos para recibir créditos por su buen perfil crediticio. El total del rendimiento de los fondos invertidos es el resultado de la combinación de tasas ofertadas, plazos y cantidad de créditos en los que participa cada inversor.

 

Cualquiera de estas alternativas implican, por supuesto, los riesgos inherentes a toda inversión. Como están nominadas en pesos dependen directamente de la evolución de la inflación y de los vaivenes de la economía nacional.

 

 

 

 

 

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