Construcción: expectativas, al mínimo en ocho meses
Los constructores residenciales alcanzan mayo con apenas treinta puntos en el índice de confianza (expectativas a tres/seis meses). Aparte de caer 9,1% respecto de abril (33 puntos), es el menor guarismo desde septiembre de 2006.
Naturalmente, esta contracción refleja la ola de incobrables ligados a hipotecas de mala calidad, o sea usurarias. El fenómeno tiende a profundizar el lento desinfle de la burbuja inmobiliaria iniciada en 2001/2.
El indicador es compilado por la National association of home builders y el banco Wells Fargo. En otras palabras, los 30 puntos remiten a septiembre último y, también, al mínimo desde febrero de 1991. Vale decir, algo más de dieciséis años, muchos más que los cinco de la burbuja.
Todo nivel por debajo de cincuenta puntos trasunta expectativas pobre o negativas. En si mayoría, constructoras e inmobiliarias residenciales no vislumbran signos de que la actividad salga del bajón actual. Máxime porque el producto bruto interno marcó en el primer trimestre apenas 0,8 a 1,3% de avance anual, según diversas fuentes. Paralelamente, el colapso de hipotecas “secundarias” (orientadas a malos pagadores) aumenta la cantidad de unidades no vendidas o devueltas.
Naturalmente, esta contracción refleja la ola de incobrables ligados a hipotecas de mala calidad, o sea usurarias. El fenómeno tiende a profundizar el lento desinfle de la burbuja inmobiliaria iniciada en 2001/2.
El indicador es compilado por la National association of home builders y el banco Wells Fargo. En otras palabras, los 30 puntos remiten a septiembre último y, también, al mínimo desde febrero de 1991. Vale decir, algo más de dieciséis años, muchos más que los cinco de la burbuja.
Todo nivel por debajo de cincuenta puntos trasunta expectativas pobre o negativas. En si mayoría, constructoras e inmobiliarias residenciales no vislumbran signos de que la actividad salga del bajón actual. Máxime porque el producto bruto interno marcó en el primer trimestre apenas 0,8 a 1,3% de avance anual, según diversas fuentes. Paralelamente, el colapso de hipotecas “secundarias” (orientadas a malos pagadores) aumenta la cantidad de unidades no vendidas o devueltas.
