Citigroup: siguen las malas costumbres
El tercer banco de Estados Unidos otorgó a su director ejecutivo, Vikram Pandit, salarios y bonificaciones por US$ 10.820.000. Corresponden a 2008, en cuyo IV trimestre el Estado debió socorrer dos veces al Citi. Fueron más de US$ 45.000 millones.
17 marzo, 2009
<p>También este lunes, la conducción de la entidad propuso dos nuevos directores independientes para ayudar en la recuperación posterior al doble rescate. Aproximadamente US$ 7.730.000 (71,4%) del total asignado a Pandit provienen de una bonificación prometida cuando reemplazó a Charles Prince, en enero de 2008.</p>
<p>Este tipo de remuneraciones y arreglos, harto usuales en Wall Street, es objeto de reacciones irritadas en el gran público e intenso escrutinio en el Congreso. Los US$ 45.000 millones recibidos por Citigroup se originan en el programa pro alivio de activos tóxicos (TARP en inglés). En otras palabras, es dinero del contribuyente.</p>
<p>Lo curioso que Pandit, en apariencia, no cobrará bonificaciones específicamente por su gestión en 2008. Además, se comprometió a percibir un dólar anual hasta que el banco volviese a dar utilidades. No mucho después, anunció que los buenos tiempos habían vuelto y que este trimestre –aún no termina- sería el mejor desde 2007.</p>
<p>Esto provocó una euforia desmedida. La semana pasada, la acción de Citigroup saltó 33% en un solo día y arrastró a otros bancos grandes en Estados Unidos y Europa occidental. En teoría, pues, Pandit ya no está atado a ese dólar anual. Aquella diferencia entre la bonificación pactada en enero de 2008 es, en verdad, el salario de US$ 958.300. </p>
<p>Ahora, los anuncios del directo ejecutivo y su situación actual dejan en postura desairada al gobierno de Barack Obama. Por dos razones: el Estado tiene 36% del paquete societario y sobrelleva buena parte de los US$ 300.000 millones en activos tóxicos que pesan sobre el banco. Por si acaso, Mario Cuomo (fiscal neoyorquino) ha tomado cartas en el asunto.</p>
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