China: sus reservas en divisas pasan ya el billón de dólares

A fin de diciembre y según datos oficiales, la posición neta en reservas internacionales alcanzaba US$ 1,07 billón. Esto significa que China marcha al frente en el mundo. Se incluyen colocaciones en dólares, pero no oro.

16 enero, 2007

Curiosamente, algunos medios occidentales presumen que ese guarismo debiera aumentar presiones exógenas para que Beijing acelere la pauta de revaluación del yüan. Pero debiera ser al contrario: tener tanta caja y bonos en moneda norteamericana es un buen motivo para desear que ésta mantenga valor.

Los activos en divisas, excluyendo oro, subieron 30% durante 2006, indica un informe del banco central (inexplicamente, siguen llamándolo “popular chino”) por Internet. De todo modos, algunos funcionarios lo habían anticipado.

Esta solidez, los récords en superávit comercial, la liquidez y el auge bursátil dificultan un objetivo del primer ministro Wen Jiabao. Vale decir, enfriar la actividad económica, el consumo y la inversión. A esos fines, sí, les vendría bien un aceleramiento de la pauta pro repreciación del yüan. No son las razones, claro, que gustan esgrimir Henry Paulson (secretario de Hacienda) y algunos colegas suyos Europa occidental.

Naturalmente, Washington, Londres y sus medios afines sostienen que un yüan considerablemente más caro enfriaría la economía. No obstante, están pensando realmente en el intercambio mutuo y la ola de exportaciones chinas aquende el Pacífico.

Como nunca faltan chinos más papistas que el papa, Wang Qing (Bank of America) sostiene que “el incremento de reservaa eleva el riesgo de inflación, burbujas de activos y rebote de inversiones”. Este analista de Hongkong recomienda “acelerar la repreciación del yüan”.

Las cifras a fines de 2005 y el tercer trimestre de 2006 eran, respectivamente, US$ 819.000 y 988,000 millones. Otro reducto de ortodoxia monetarista, el Banco asiático de desarrollo, cree que China no precisa más de US$ 408.500 millones en reservas para prevenir cimbronazos. Beijing no toma en serio esa clase de ideas.

En tren de morigerar inversión y crédito, durante 2006 se elevaron dos veces las tasas referenciales y, el 5 de este mes, se ordenó a los bancos inmovilizar más fondos. Esto ha sucedidos por cuarta vez en siete meses. En cuanto al yüan, ha sido revaluado 2,1% durante 2006 en relación con una canasta dólar-euro-yen. Por ende, el dólar ha retrocedido 3,4% contra el yüan en esos doce meses.

Curiosamente, algunos medios occidentales presumen que ese guarismo debiera aumentar presiones exógenas para que Beijing acelere la pauta de revaluación del yüan. Pero debiera ser al contrario: tener tanta caja y bonos en moneda norteamericana es un buen motivo para desear que ésta mantenga valor.

Los activos en divisas, excluyendo oro, subieron 30% durante 2006, indica un informe del banco central (inexplicamente, siguen llamándolo “popular chino”) por Internet. De todo modos, algunos funcionarios lo habían anticipado.

Esta solidez, los récords en superávit comercial, la liquidez y el auge bursátil dificultan un objetivo del primer ministro Wen Jiabao. Vale decir, enfriar la actividad económica, el consumo y la inversión. A esos fines, sí, les vendría bien un aceleramiento de la pauta pro repreciación del yüan. No son las razones, claro, que gustan esgrimir Henry Paulson (secretario de Hacienda) y algunos colegas suyos Europa occidental.

Naturalmente, Washington, Londres y sus medios afines sostienen que un yüan considerablemente más caro enfriaría la economía. No obstante, están pensando realmente en el intercambio mutuo y la ola de exportaciones chinas aquende el Pacífico.

Como nunca faltan chinos más papistas que el papa, Wang Qing (Bank of America) sostiene que “el incremento de reservaa eleva el riesgo de inflación, burbujas de activos y rebote de inversiones”. Este analista de Hongkong recomienda “acelerar la repreciación del yüan”.

Las cifras a fines de 2005 y el tercer trimestre de 2006 eran, respectivamente, US$ 819.000 y 988,000 millones. Otro reducto de ortodoxia monetarista, el Banco asiático de desarrollo, cree que China no precisa más de US$ 408.500 millones en reservas para prevenir cimbronazos. Beijing no toma en serio esa clase de ideas.

En tren de morigerar inversión y crédito, durante 2006 se elevaron dos veces las tasas referenciales y, el 5 de este mes, se ordenó a los bancos inmovilizar más fondos. Esto ha sucedidos por cuarta vez en siete meses. En cuanto al yüan, ha sido revaluado 2,1% durante 2006 en relación con una canasta dólar-euro-yen. Por ende, el dólar ha retrocedido 3,4% contra el yüan en esos doce meses.

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