China no tiembla ante las presiones

Mientras China proyecta otro año de crecimiento de más de 9% y el secretario de la tesorería de Estados Unidos se desespera para que devalúe, las autoridades chinas siguen haciendo oídos sordos.

18 octubre, 2005

Europa y Estados Unidos vienen presionando a China sobre el tema textiles. Cuando la semana pasada John Snow (secretario del tesoro) visitó Beijing, el objetivo de las negociaciones era buscar un acuerdo sobre los textiles chinos. Los fabricantes estadounidenses vienen pidiendo un acuerdo amplio sobre cuotas parecido al que logró Europa. Estados Unidos presiona también en el tema de la moneda, pues algunos en Capitol Hill afirman que está devaluada 40% frente al dólar. Así, los productos chinos son tremendamente baratos para los consumidores estadounidenses.Las últimas cifras publicadas dicen que las importaciones americanas provenientes de China llegaron a US$ 22.400 millones en agosto.

Snow aprovechó su visita para presionar por mayor flotación del yuan. En julio China lo había enganchado a una canasta de monedas en lugar de sólo al dólar (como lo tenía hasta entonces) pero la devaluación es considerada absolutamente insuficiente por Estados Unidos.

Snow dijo en su país, antes de iniciar su viaje a China, que no quería amenazar con sanciones comerciales sobre el tema sino que prefería negociar con cautela. Pero muchos en el congreso pugnan por medidas muy severas. Chuck Schumer, senador por Nueva York, le expresó su deseo que el informe de la Tesorería califique a China como “manipulador de divisas”por no permitir una mayor fluctuación al yuan. Schumer también auspicia un proyecto de ley que propone aplicarl aranceles de 27,5% a las importaciones chinas si no se produce la revaluación. El creciente sentimiento proteccionista que crece entre los legisladores estadounidenses parece tener bastante sin cuidado a los chinos, que continúan resistiendo ferozmente cualquier cosa que parezca ceder a las presiones americanas.

Ésta no es la primera vez que los chinos se mantienen incólumes frente a las presiones. A finales de los ’90, muchos decían que el yuan estaba sobrevaluado. Pero China resistió presiones de devaluación para no echar más leña al fuego de la crisis financiera asiática.

Europa y Estados Unidos vienen presionando a China sobre el tema textiles. Cuando la semana pasada John Snow (secretario del tesoro) visitó Beijing, el objetivo de las negociaciones era buscar un acuerdo sobre los textiles chinos. Los fabricantes estadounidenses vienen pidiendo un acuerdo amplio sobre cuotas parecido al que logró Europa. Estados Unidos presiona también en el tema de la moneda, pues algunos en Capitol Hill afirman que está devaluada 40% frente al dólar. Así, los productos chinos son tremendamente baratos para los consumidores estadounidenses.Las últimas cifras publicadas dicen que las importaciones americanas provenientes de China llegaron a US$ 22.400 millones en agosto.

Snow aprovechó su visita para presionar por mayor flotación del yuan. En julio China lo había enganchado a una canasta de monedas en lugar de sólo al dólar (como lo tenía hasta entonces) pero la devaluación es considerada absolutamente insuficiente por Estados Unidos.

Snow dijo en su país, antes de iniciar su viaje a China, que no quería amenazar con sanciones comerciales sobre el tema sino que prefería negociar con cautela. Pero muchos en el congreso pugnan por medidas muy severas. Chuck Schumer, senador por Nueva York, le expresó su deseo que el informe de la Tesorería califique a China como “manipulador de divisas”por no permitir una mayor fluctuación al yuan. Schumer también auspicia un proyecto de ley que propone aplicarl aranceles de 27,5% a las importaciones chinas si no se produce la revaluación. El creciente sentimiento proteccionista que crece entre los legisladores estadounidenses parece tener bastante sin cuidado a los chinos, que continúan resistiendo ferozmente cualquier cosa que parezca ceder a las presiones americanas.

Ésta no es la primera vez que los chinos se mantienen incólumes frente a las presiones. A finales de los ’90, muchos decían que el yuan estaba sobrevaluado. Pero China resistió presiones de devaluación para no echar más leña al fuego de la crisis financiera asiática.

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