Chase se posiciona en Wall Street

Con la adquisición de JP Morgan por Chase Manhattan, el nuevo banco será el tercero más grande de Estados Unidos. La intención es incrementar su presencia en la asesoría financiera.

14 septiembre, 2000

(EFE).- La compra de JP Morgan por parte del Chase Manhattan no sólo crea la tercera institución financiera más grande de los Estados Unidos, sino que acerca a ambas firmas a la cotizada y lucrativa elite de los grandes de Wall Street.

Chase Manhattan confirmó ayer (miércoles 13) haber llegado a un acuerdo para adquirir el banco comercial y de inversiones JP Morgan por US$ 33.200 millones en acciones.

La nueva entidad se llamará JP Morgan Chase, aunque los locales y la imagen corporativa seguirá siendo la del actual Chase.

Esta fusión, que se espera esté terminada en el primer trimestre del año que viene, unirá a dos grandes, antiguas y prestigiosas firmas bancarias.

La historia de JP Morgan comienza a mediados del siglo XIX, período en el que fue el banco central “de facto” de Estados Unidos, al financiar la construcción del ferrocarril y aliviar los problemas económicos de Francia durante la guerra Franco-Prusiana.

En tanto el Chase, que nació a finales del siglo XVIII, es famoso por formar parte, desde 1930, del legado de la familia Rockefeller, linaje al que estuvo íntimamente ligado hasta la década de los ´80.

El actual Chase es fruto de la fusión de Chemical Bank y Manufacturers Hanover en el año 1991. Más tarde, en 1996, Chemical compró Chase Manhattan, aunque decidió mantener el nombre.

Al momento de anunciar su fusión, el Chase cuenta con una cartera de activos de US$ 396.000 millones, a los que habrá que sumar los US$ 265.900 millones de JP Morgan.

Con unos activos conjuntos de US$ 661.900 millones, el nuevo banco será el tercero más grande de Estados Unidos, a muy poca distancia de Bank of America, que tiene US$ 679.000 millones en activos y del Citigroup, que posee cuentas por US$ 792.000 millones.

Sin embargo, y pese a la gloria de antaño y al gran tamaño de la nueva institución, la tarea no está concluida con la fusión.

Los expertos de Wall Street explican que la intención principal de ambas instituciones es incrementar su presencia en el lucrativo negocio de la asesoría financiera, en el que ninguna de las dos compañías tiene una presencia dominante.

Los negocios donde está puesto el interés de Chase y JP Morgan son, especialmente, los de asesoría en procesos de compra y fusiones y los de venta de títulos en bolsa.

Según cifras de la agencia Bloomberg, tras la fusión el nuevo banco saltará del octavo al quinto lugar entre los mayores asesores de fusiones.

Un salto que es significativo, pero que aún lo deja a distancia de los principales actores en este terreno, como son Merrill Lynch, Goldman Sachs o Morgan Stanley.

Estas instituciones, si bien no tienen el tamaño que tendrá el nuevo JP Morgan Chase, tienen un tipo de negocios que es mucho más rentable, como se demuestra con el hecho de que, por ejemplo, Goldman Sachs tiene un retorno sobre acciones (forma de medir la rentabilidad de un negocio financiero) de 33%, contra 24% del Chase y 19% de JP Morgan.

Por ello en Wall Street algunos analistas estiman que pese a que la fusión les dará un gran impulso a ambas instituciones, la fusión por sí sola no será suficiente para ubicarlos definitivamente en el “olimpo” de Wall Street.

Algunos expertos creen que con la fusión se logra un banco de inversión “bueno, pero no excelente”. Pero de los que sí están convencidos los expertos es del enorme potencial del nuevo banco en la gestión de activos de personas de altísimos ingresos (JP Morgan es uno de los principales asesores de los capitales de multimillonarios) y en el terreno internacional, donde Chase tiene una gran presencia.

Asimismo, los expertos alaban que Chase haya logrado cerrar una operación de este tipo en un mercado que cada vez se ve más complicado.

La semana pasada el Citigroup acordó comprar la firma Associates First Capital en US$ 31.000 millones y anteriormente Credit Suisse adquirió US$ 11.500 millones por Donaldson Lufkin and Jenrette; operación que siguió al anuncio de UBS de comprar Paine Webber por US$ 11.000 millones.

En este convulsionado ambiente de compras y fusiones, los analistas destacan que cada vez es más difícil conseguir el socio apropiado a un precio relativamente conveniente, por lo que se podría decir que la operación de Chase ocurrió en el momento justo.

(EFE).- La compra de JP Morgan por parte del Chase Manhattan no sólo crea la tercera institución financiera más grande de los Estados Unidos, sino que acerca a ambas firmas a la cotizada y lucrativa elite de los grandes de Wall Street.

Chase Manhattan confirmó ayer (miércoles 13) haber llegado a un acuerdo para adquirir el banco comercial y de inversiones JP Morgan por US$ 33.200 millones en acciones.

La nueva entidad se llamará JP Morgan Chase, aunque los locales y la imagen corporativa seguirá siendo la del actual Chase.

Esta fusión, que se espera esté terminada en el primer trimestre del año que viene, unirá a dos grandes, antiguas y prestigiosas firmas bancarias.

La historia de JP Morgan comienza a mediados del siglo XIX, período en el que fue el banco central “de facto” de Estados Unidos, al financiar la construcción del ferrocarril y aliviar los problemas económicos de Francia durante la guerra Franco-Prusiana.

En tanto el Chase, que nació a finales del siglo XVIII, es famoso por formar parte, desde 1930, del legado de la familia Rockefeller, linaje al que estuvo íntimamente ligado hasta la década de los ´80.

El actual Chase es fruto de la fusión de Chemical Bank y Manufacturers Hanover en el año 1991. Más tarde, en 1996, Chemical compró Chase Manhattan, aunque decidió mantener el nombre.

Al momento de anunciar su fusión, el Chase cuenta con una cartera de activos de US$ 396.000 millones, a los que habrá que sumar los US$ 265.900 millones de JP Morgan.

Con unos activos conjuntos de US$ 661.900 millones, el nuevo banco será el tercero más grande de Estados Unidos, a muy poca distancia de Bank of America, que tiene US$ 679.000 millones en activos y del Citigroup, que posee cuentas por US$ 792.000 millones.

Sin embargo, y pese a la gloria de antaño y al gran tamaño de la nueva institución, la tarea no está concluida con la fusión.

Los expertos de Wall Street explican que la intención principal de ambas instituciones es incrementar su presencia en el lucrativo negocio de la asesoría financiera, en el que ninguna de las dos compañías tiene una presencia dominante.

Los negocios donde está puesto el interés de Chase y JP Morgan son, especialmente, los de asesoría en procesos de compra y fusiones y los de venta de títulos en bolsa.

Según cifras de la agencia Bloomberg, tras la fusión el nuevo banco saltará del octavo al quinto lugar entre los mayores asesores de fusiones.

Un salto que es significativo, pero que aún lo deja a distancia de los principales actores en este terreno, como son Merrill Lynch, Goldman Sachs o Morgan Stanley.

Estas instituciones, si bien no tienen el tamaño que tendrá el nuevo JP Morgan Chase, tienen un tipo de negocios que es mucho más rentable, como se demuestra con el hecho de que, por ejemplo, Goldman Sachs tiene un retorno sobre acciones (forma de medir la rentabilidad de un negocio financiero) de 33%, contra 24% del Chase y 19% de JP Morgan.

Por ello en Wall Street algunos analistas estiman que pese a que la fusión les dará un gran impulso a ambas instituciones, la fusión por sí sola no será suficiente para ubicarlos definitivamente en el “olimpo” de Wall Street.

Algunos expertos creen que con la fusión se logra un banco de inversión “bueno, pero no excelente”. Pero de los que sí están convencidos los expertos es del enorme potencial del nuevo banco en la gestión de activos de personas de altísimos ingresos (JP Morgan es uno de los principales asesores de los capitales de multimillonarios) y en el terreno internacional, donde Chase tiene una gran presencia.

Asimismo, los expertos alaban que Chase haya logrado cerrar una operación de este tipo en un mercado que cada vez se ve más complicado.

La semana pasada el Citigroup acordó comprar la firma Associates First Capital en US$ 31.000 millones y anteriormente Credit Suisse adquirió US$ 11.500 millones por Donaldson Lufkin and Jenrette; operación que siguió al anuncio de UBS de comprar Paine Webber por US$ 11.000 millones.

En este convulsionado ambiente de compras y fusiones, los analistas destacan que cada vez es más difícil conseguir el socio apropiado a un precio relativamente conveniente, por lo que se podría decir que la operación de Chase ocurrió en el momento justo.

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