Ceden las ventas minoristas por la crisis hipotecaria en EE.UU.

Mientras Wall Street sigue inflando una burbuja a medida, cede su supuesto apoyo, las ventas al detalle. Ahora, la peor recesión inmobiliaria en dieciséis años afecta la demanda por materiales de construcción y artículos del hogar.

14 julio, 2007

Los síntomas surgen en Nueva York, Filadelfia, Chicago y Los Ángeles, exactamente mientras medios y operadores vinculados a la especulación bursátil buscan prolongar la larga serie de “minirrécords” marcada en Wall Street y otras plazas, inclusive Londres, Fráncfort y San Pablo. Este fenómeno artificioso coincide con los peores momentos vividos en varios años por el dólar ante el euro, la libra y el real.

Hay un notable contraste entre el alza de ventas minoristas norteamericanas en mayo (1,5%) y la baja en junio (0,9%, la mayor en casi dos años). Según cifras del departmento federal de comercio, si se excluyen automotores el descenso afloja a 0,4%. Eso revelka que, más allá de la crisis hipotecaria, la demanda de vchículos continúa en un cono de sombras.

De inmediato, fuentes privadas salieron a señalar que las expectativas del público avanzan en julio más esperado. Amén de ser simples pronósticos derivados de encuestas, se limitan al centro norte del paía y su metodología no tiene en cuenta la crisis inmobiliaria ni las ventas automotrices. Esta medida de “confianza” se limita al comercio, la industria y la exportación de manufacturas.

Los síntomas surgen en Nueva York, Filadelfia, Chicago y Los Ángeles, exactamente mientras medios y operadores vinculados a la especulación bursátil buscan prolongar la larga serie de “minirrécords” marcada en Wall Street y otras plazas, inclusive Londres, Fráncfort y San Pablo. Este fenómeno artificioso coincide con los peores momentos vividos en varios años por el dólar ante el euro, la libra y el real.

Hay un notable contraste entre el alza de ventas minoristas norteamericanas en mayo (1,5%) y la baja en junio (0,9%, la mayor en casi dos años). Según cifras del departmento federal de comercio, si se excluyen automotores el descenso afloja a 0,4%. Eso revelka que, más allá de la crisis hipotecaria, la demanda de vchículos continúa en un cono de sombras.

De inmediato, fuentes privadas salieron a señalar que las expectativas del público avanzan en julio más esperado. Amén de ser simples pronósticos derivados de encuestas, se limitan al centro norte del paía y su metodología no tiene en cuenta la crisis inmobiliaria ni las ventas automotrices. Esta medida de “confianza” se limita al comercio, la industria y la exportación de manufacturas.

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