Cambios en el Nyse

Debido a las complicaciones que las fracciones traían a los inversores, y a un ajuste con las demás bolsas del mundo, el mercado estadounidense opera ahora en el sistema decimal. El Nasdaq lo adoptará en abril.

30 enero, 2001

(EFE).- La principal bolsa de valores del mundo, The New York Stock Exchange (Nyse), dice adiós al viejo sistema de fracciones y a partir de ayer (lunes 29) todas sus acciones se cotizan en el sistema decimal, es decir en dólares y centavos.

Durante los 208 años de historia del Nyse, los inversores y corredores de bolsa que negociaban en ese mercado habían calculado el precio de los títulos en fracciones que dividían al dólar en 16 partes.

De esa forma, la fracción menor era 1/16, equivalente a 6,25 centavos, que era por tanto la cantidad mínima en que una acción podía variar su precio.

El manejo de la cotización en fracciones era signo de distinción para los iniciados en el mundo de Wall Street, pero suponía una pesadilla para los inversores que no seguían la bolsa a diario y para aquellos que procedían de mercados extranjeros.

No obstante, el cambio hacia el sistema decimal comenzó a gestionarse en 1997 por razones mucho más prácticas que la de acabar con el oscurantismo.

La necesidad del cambio se hizo realidad cuando los responsables del Nyse se dieron cuenta de que el sistema de fracciones la hacía menos competitiva para las firmas no estadounidenses, ya que el resto de las bolsas del mundo funciona con el sistema decimal.

Esto obligaba a cambiar el precio de sus títulos a las grandes empresas europeas, como British Telecom y Deutsche Bank, cuando cotizaban en la bolsa de Wall Street.

Los responsables del Nyse observaron que el sistema fraccionario planteaba a la bolsa neoyorquina problemas a la hora de competir con los mercados de valores a los que pertenecían esas firmas, que preferían sus mercados nacionales.

Algunos nostálgicos de las fracciones se mostraban hoy molestos con el cambio a decimales de las 3.525 empresas que hoy cotizan en Wall Street y anunciaban en la prensa local un día de tensión y quizá caótico.

“Todas las acciones tiene su forma de cotizar; tomará un tiempo antes de que esta cosa decimal haga su propio camino”, comentaba un corredor de bolsa al diario USA Today.

Las bondades del sistema decimal no se detienen en un más fácil manejo del precio para los inversores o en una mejora de la competitividad del Nyse, sino que también suponen un ahorro para los primeros.

Según un programa piloto del Nyse, ensayado desde agosto con 159 acciones, la posibilidad de negociar el precio de la acción con cien variantes más en lugar de las 16 existentes, es decir, el poder subir o bajar la acción en tan sólo un centavo, permitía una aproximación más cómoda entre el precio ofertado y ofrecido por un título.

El salto de un centavo en lugar de los 6,25 centavos reducirá el diferencial entre lo que el comprador y el vendedor están dispuestos a pagar, lo que supone “potencialmente un significativo ahorro de dinero”, declaró Robert Britz, vicepresidente del Nyse al diario económico The Wall Street Journal.

Algunos técnicos prevén que el único problema que se producirá en los próximos meses será el quebradero de cabeza que supondrá para los inversores y corredores que negocien al mismo tiempo en el Nyse y en el Nasdaq, mercado que continuará con el sistema de fracciones hasta el 9 de abril.

Al mercado electrónico Nasdaq, en el que cotizan las principales empresas de nuevas tecnologías, computación e Internet, le costó más tiempo poner en práctica el sistema decimal, porque durante el año pasado sus responsables estuvieron más preocupados en manejar el espectacular aumento de las transacciones que registra.

Por su parte, el American Stock Exchange, en el que cotizan firmas norteamericanas de menor calado que las presentes en el Nyse, también adoptó hoy el sistema decimal.

(EFE).- La principal bolsa de valores del mundo, The New York Stock Exchange (Nyse), dice adiós al viejo sistema de fracciones y a partir de ayer (lunes 29) todas sus acciones se cotizan en el sistema decimal, es decir en dólares y centavos.

Durante los 208 años de historia del Nyse, los inversores y corredores de bolsa que negociaban en ese mercado habían calculado el precio de los títulos en fracciones que dividían al dólar en 16 partes.

De esa forma, la fracción menor era 1/16, equivalente a 6,25 centavos, que era por tanto la cantidad mínima en que una acción podía variar su precio.

El manejo de la cotización en fracciones era signo de distinción para los iniciados en el mundo de Wall Street, pero suponía una pesadilla para los inversores que no seguían la bolsa a diario y para aquellos que procedían de mercados extranjeros.

No obstante, el cambio hacia el sistema decimal comenzó a gestionarse en 1997 por razones mucho más prácticas que la de acabar con el oscurantismo.

La necesidad del cambio se hizo realidad cuando los responsables del Nyse se dieron cuenta de que el sistema de fracciones la hacía menos competitiva para las firmas no estadounidenses, ya que el resto de las bolsas del mundo funciona con el sistema decimal.

Esto obligaba a cambiar el precio de sus títulos a las grandes empresas europeas, como British Telecom y Deutsche Bank, cuando cotizaban en la bolsa de Wall Street.

Los responsables del Nyse observaron que el sistema fraccionario planteaba a la bolsa neoyorquina problemas a la hora de competir con los mercados de valores a los que pertenecían esas firmas, que preferían sus mercados nacionales.

Algunos nostálgicos de las fracciones se mostraban hoy molestos con el cambio a decimales de las 3.525 empresas que hoy cotizan en Wall Street y anunciaban en la prensa local un día de tensión y quizá caótico.

“Todas las acciones tiene su forma de cotizar; tomará un tiempo antes de que esta cosa decimal haga su propio camino”, comentaba un corredor de bolsa al diario USA Today.

Las bondades del sistema decimal no se detienen en un más fácil manejo del precio para los inversores o en una mejora de la competitividad del Nyse, sino que también suponen un ahorro para los primeros.

Según un programa piloto del Nyse, ensayado desde agosto con 159 acciones, la posibilidad de negociar el precio de la acción con cien variantes más en lugar de las 16 existentes, es decir, el poder subir o bajar la acción en tan sólo un centavo, permitía una aproximación más cómoda entre el precio ofertado y ofrecido por un título.

El salto de un centavo en lugar de los 6,25 centavos reducirá el diferencial entre lo que el comprador y el vendedor están dispuestos a pagar, lo que supone “potencialmente un significativo ahorro de dinero”, declaró Robert Britz, vicepresidente del Nyse al diario económico The Wall Street Journal.

Algunos técnicos prevén que el único problema que se producirá en los próximos meses será el quebradero de cabeza que supondrá para los inversores y corredores que negocien al mismo tiempo en el Nyse y en el Nasdaq, mercado que continuará con el sistema de fracciones hasta el 9 de abril.

Al mercado electrónico Nasdaq, en el que cotizan las principales empresas de nuevas tecnologías, computación e Internet, le costó más tiempo poner en práctica el sistema decimal, porque durante el año pasado sus responsables estuvieron más preocupados en manejar el espectacular aumento de las transacciones que registra.

Por su parte, el American Stock Exchange, en el que cotizan firmas norteamericanas de menor calado que las presentes en el Nyse, también adoptó hoy el sistema decimal.

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