Banca vaticana: lavados vía curas prestanombres
Según la fiscalía romana, unos 163 millones se reciclaron por el Istituto per Opere Religiose, creación de Paul Marcinkus (1922/2006), el banquero de Dios. El anterior caso salpicaba a Juan Pablo Pablo II, cuya santificación desea Benedicto XIV.
21 octubre, 2010
<p>Los fiscales han detectado una serie de transacciones obscuras, efectuadas sobre cuentas IOR abiertas en bancos italianos. La justicia sostiene que esos canales sirvieron para reciclar –o sea blanquear- fondos de terceros. Vale decir, clientes privilegiados del instituto crediticio vaticano.<br />
<br />
En este momento, hay en danza € 140 millones secuestrados en Italia y 23 millones en Alemania, cuyo origen o destino la Santa Sede promete poner en claro ante los procuradores romanos. Pero solamente en Banca Intesa San Paolo se habían depositados alrededor de € 600 millones. Ocurre que el lavado inicial había permitido descubrir muchas cuentas de testaferros religiosos.<br />
<br />
Por ejemplo, el obispo Evaldo Biasini, rebautizado “don Bancomat” –empleaba cajeros automáticos en la plaza San Pedro, por sus operaciones minoristas (€ 50.000 cada una). Así señalaron los fiscales Nello Rossi y Stefano Rocco Fava. Algunos hilos de la trama llevan a Credito Artigiano, Banca del Faucino (ambas en Roma) y al mismísimo JPMorgan Chase, filial de Francfort.<br />
<br />
Pocos creen en el estupor de Ettore Gotti Tedeschi –presidente del IOR- ni del padre Federico Lombardi, vocero del Vaticano en estos asuntos. Todo remite, obviamente, al escándalo en torno de Diego Anemone (2009), empresario constructor, y su entrega de € 300.000 a Biasini, con el objeto de lavarlos. <br />
<br />
Esta maniobra sirvió a la justicia como caso piloto para develar la cadena del reciclado. Por otra parte, Paolo Cipriani (jefe de Intesa San Paolo), tampoco era ajeno a esas irregularidades: personalmente, blanqueó € 600.000 y ahora debe dar explicaciones a la junta directiva.</p>
<p> </p>