Bajan los bonos federales y la tasa T-10 roza 4,56 anual

Al conocerse las decisiones del Sistema de Reserva Federal, la tasa larga –que influye en el resto de las activas- alcanzó 4,56% anual, contra 4,355% el lunes. Mientras cedían los bonos, no se explicaba la suba bursátil.

13 agosto, 2003

Por la mañana, los 95 analistas consultados por Bloomberg daban por seguro
que el comité de mercado abierto (SRF) mantendría las tasas referenciales
cortas en 1% anual, mínimo desde julio de 1958. El problema no era ése,
sino qué diagnóstico económico emitiría la entidad.

Si Alan Greenspan o sus voceros creen que la inflación seguirá aflojando,
un eventual aumento de tipos básicos quedará para un futuro más
lejano. Los operadores temían que el SRF insistiese en que la economía
repunta, porque eso elevaría el horizonte inflacionario y, con él,
las posibilidades que las tasas aumenten.

Pero la entidad dejó las referenciales en 1% y, como viene reiterándolo
desde hace meses, dijo que “las probabilidades de una indeseable baja de
la inflación son mayores, pese a signos de reactivación”. En
buen romance, hay riesgo de expectativas deflacionarias.

Este factor sugiere que las alzas registradas en el Dow-Jones industrial, el S&P
500 (1% ambos) y, particularmente, en el Nasdaq compuesto (1,53%) van a contramano
de la realidad. “Wall Street, Londres y Fráncfort están ignorando
la economía real y pueden terminar como en 2000/1”, advertía
Jeffrey Sachs (World Economic Forum).

En verdad, hace rato que el SRF y su presidente están dando señales
contradictorias, en lo que el “Financial Times” define como “doble
discurso” a medida de George W. Bush. Por un lado, Greenspan se muestra optimista
para conformar a la Casa Blanca y los mercados especulativos. Por el otro, advierte
sobre un hipotético riesgo deflacionario”.

Por la mañana, los 95 analistas consultados por Bloomberg daban por seguro
que el comité de mercado abierto (SRF) mantendría las tasas referenciales
cortas en 1% anual, mínimo desde julio de 1958. El problema no era ése,
sino qué diagnóstico económico emitiría la entidad.

Si Alan Greenspan o sus voceros creen que la inflación seguirá aflojando,
un eventual aumento de tipos básicos quedará para un futuro más
lejano. Los operadores temían que el SRF insistiese en que la economía
repunta, porque eso elevaría el horizonte inflacionario y, con él,
las posibilidades que las tasas aumenten.

Pero la entidad dejó las referenciales en 1% y, como viene reiterándolo
desde hace meses, dijo que “las probabilidades de una indeseable baja de
la inflación son mayores, pese a signos de reactivación”. En
buen romance, hay riesgo de expectativas deflacionarias.

Este factor sugiere que las alzas registradas en el Dow-Jones industrial, el S&P
500 (1% ambos) y, particularmente, en el Nasdaq compuesto (1,53%) van a contramano
de la realidad. “Wall Street, Londres y Fráncfort están ignorando
la economía real y pueden terminar como en 2000/1”, advertía
Jeffrey Sachs (World Economic Forum).

En verdad, hace rato que el SRF y su presidente están dando señales
contradictorias, en lo que el “Financial Times” define como “doble
discurso” a medida de George W. Bush. Por un lado, Greenspan se muestra optimista
para conformar a la Casa Blanca y los mercados especulativos. Por el otro, advierte
sobre un hipotético riesgo deflacionario”.

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