Aseguradoras y bancos europeos vuelven a tambalear
Las principales bolsas de la Unión Europea desvirtúan hoy los pronósticos y pierden terreno. Esta vez, porque nuevos desastres naturales, el clima prebélico en Iraq y las malas carteras se conjugan contra aseguradoras y bancos.
Nombres como Aviva, Prudential (aseguradoras británicas), Munich Re (alemana), Swiss Re o Deutsche Bank encabezan un amplio retroceso accionario. Parte del fenómeno se origina en un informe de Schröder Salomon Smith Barney, difundido a primera hora. La firma de valores prevé drástica rebaja y hasta omisión de dividendos, una vez cerrados los balances anuales de varios grupos.
Amén de ello, aseguradoras y reaseguradoras europeas tratan de defender sus propias reservas líquidas, mientras la contracción de sus valores en mercado les erosiona el capital social. La ya prolongada ola de desastres, casi sin precedentes desde el siglo XVII, cubre Alemania, Italia, Holanda, las islas británicas, Austria, Francia y el centro del continente. Entre sus efectos económicos y financieros, el impacto contable en el negocio del seguro –pagos de pólizas, indemnizaciones- se torna difícil de sostener.
A su vez, esta situación se contagia a los grandes bancos vía demanda adicional de crédito, moras y ceses de pagos entre deudores de todo tipo y volumen. “Los problemas del seguro durarán varios meses y hasta podrían acentuarse”, señala un boletín de SNS Asset Management, firma experta en el sector.
Nombres como Aviva, Prudential (aseguradoras británicas), Munich Re (alemana), Swiss Re o Deutsche Bank encabezan un amplio retroceso accionario. Parte del fenómeno se origina en un informe de Schröder Salomon Smith Barney, difundido a primera hora. La firma de valores prevé drástica rebaja y hasta omisión de dividendos, una vez cerrados los balances anuales de varios grupos.
Amén de ello, aseguradoras y reaseguradoras europeas tratan de defender sus propias reservas líquidas, mientras la contracción de sus valores en mercado les erosiona el capital social. La ya prolongada ola de desastres, casi sin precedentes desde el siglo XVII, cubre Alemania, Italia, Holanda, las islas británicas, Austria, Francia y el centro del continente. Entre sus efectos económicos y financieros, el impacto contable en el negocio del seguro –pagos de pólizas, indemnizaciones- se torna difícil de sostener.
A su vez, esta situación se contagia a los grandes bancos vía demanda adicional de crédito, moras y ceses de pagos entre deudores de todo tipo y volumen. “Los problemas del seguro durarán varios meses y hasta podrían acentuarse”, señala un boletín de SNS Asset Management, firma experta en el sector.
