Ahora escándalo italiano con los bancos suizos
Con aproximadamente 20% de 52.000 cuentas numeradas (Union des Banques Suisses) en peligro, un escándalo italiano aporta lo suyo. La Agenzia dellEntrate Fiscale sospecha que el poderoso clan Agnelli oculta mil millones en Helvecia.
13 agosto, 2009
<p>En efecto, la autoridad tributaria italiana sigue en pos de activos<br />
asociados a la herencia dejada por Giovanni Agnelli. Especialmente,<br />
unos US$ 1.000 millones escondidos en Suiza y denunciados por<br />
Margherita Agnelli Pahlen hace dos años.<br />
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Las sospechas oficiales apuntan a una serie de transacciones, durante<br />
varios años, que podrían involucrar lavado de dinero. Esta semana, la<br />
AEF reveló que la suma oculta en el vecino país del norte puede alcanzar<br />
los US$ 2.000 millones. El cálculo parte del patrimonio personal de<br />
Giovanni fuera de Italia, alrededor de US$ 1.700 millones hacia 1990.<br />
El caso UBS parece de lejos mucho más grave y complejo. Pese al<br />
optimismo de analistas bursátiles en Zürich y Nueva York, el mayor<br />
banco suizo –segunda banca privada del mundo- va camino de sufrir un<br />
revés jurídico decisivo en su mejor negocio, la administración de<br />
patrimonios de extranjeros no residentes. De paso, la entrega de datos<br />
sobre 8/10.000 cuentas numeradas es una derrota política para Suiza<br />
misma.<br />
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Quizá estimulado por el documento del Grupo de los 20 (junio) sobre<br />
paraísos fiscales y pese a discretas gestiones de Benjamin Bernanke<br />
–Reserva Federal- a favor de UBS, ahora Washington se alinea en serio<br />
con el servicio de recaudación fiscal (IRS) y la justicia.<br />
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Ese número de identidades no es todo, pero es mucho más que las 250 mil<br />
ofrecidas por UBS al aceptar, en febrero, una multa de US$ 780<br />
millones. El Estados Unidos de Barack Obama ha hecho algo inédito:<br />
golpear la clave de todo refugio “<em>off shore</em>”, la aristocracia de la<br />
banca privada occidental.<br />
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Por supuesto, la coincidencia del caso UBS con acciones fiscales<br />
italianas en un plano muy distinto es pésima noticia para banqueros y<br />
magnates. Sus consecuencias políticas se notarán en la próxima reunión del G-20.<br />
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