Protección de la biodiversidad por la seguridad alimentaria

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«La biodiversidad alimentaria y agrícola es indispensable para la seguridad alimentaria, el desarrollo sostenible y el suministro de muchos servicios ecosistémicos vitales».

Esta es la clave del mensaje de Edward Mukiibi, presidente de Slow Food, para el Día Internacional de la Diversidad Biológica, que se celebra el 22 de mayo. Mukiibi continuó desarrollando el lema escogido en el Convenio sobre Diversidad Biológica, «Del acuerdo a la acción: reconstruyamos la biodiversidad», que deriva de las conclusiones del Convenio sobre la Diversidad Biológica de Naciones Unidas de la COP15: «No podemos perder el tiempo en reconstruirla. La biodiversidad es lo que permite a los sistemas agrícolas resistir y superar los problemas medioambientales, las pandemias y las crisis climáticas. Nos permite producir alimentos con menos impacto sobre los recursos no renovables y menos influencias externas, y es esencial para nuestra supervivencia.»

Slow Food cree que nosotros podemos cambiar el sistema alimentario actual y hacerlo más sostenible mediante prácticas agroecológicas, garantizando la seguridad alimentaria en todo el mundo. «Como se indica en el informe de la FAO El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo de 2022en realidad estamos retrocediendo en nuestros esfuerzos para acabar con el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición». De hecho, el número de personas afectadas por el hambre en todo el mundo aumentó hasta alcanzar 828 millones en 2021, un incremento de alrededor de 46 millones comparado con 2020, y las previsiones son que alrededor de 670 millones de personas (un 8 % de la población mundial) seguirán haciendo frente al hambre en 2030.

Slow Food sobre la Biodiversidad

Durante más de 30 años Slow Food ha trabajado en la defensa de la biodiversidad que sustenta la agricultura y la producción alimentaria: especies y variedades de plantas, razas animales, insectos beneficiosos, microorganismos, ecosistemas, conocimientos y cultura. Fue una de las primeras organizaciones que centró la atención sobre la biodiversidad doméstica (es decir, variedades y especies cultivadas) y fue la primera en considerar las técnicas de procesado y los productos procesados (como panes y quesos) como parte integral del patrimonio de nuestra biodiversidad. «Si queremos garantizar una comida buena, limpia y justa para todos, debemos empezar por la biodiversidad e invertir un modelo de producción que sigue generando desastres medioambientales y sociales y socavando los cimientos de la seguridad alimentaria tanto para las generaciones actuales como para las del futuro», finaliza Mukiibi.

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