Los grandes intelectuales hablan de un punto de inflexión, donde con la excusa concreta de la pandemia podemos caer en gobiernos autoritarios con controles inflexibles y lógicas de vigilancia social o la oportunidad para nuevos tipos de liderazgo basados en la cooperación local, global y la solidaridad social.
Quizás por el contrario, -advierte la consultora Trendcity – vemos un escenario donde los países compiten por el destino de suministros médicos.
En términos de las empresas, necesitamos más que nunca sostener una construcción de comunidad sólida, donde el aislamiento no se profundice y no sea más que el que ya es. Resulta vital que los líderes tengan la capacidad de asegurar que sus equipos sigan siendo productivos, mantengan su compromiso en este momento tan incierto y complejo, brindando una sensación de que lo que se hace tiene un sentido.
Que se abran espacios de expresión y escucha activa, de reconocimiento de las emociones de cada miembro del equipo.
También vendrán tiempos para repensar el negocio desde esta nueva perspectiva. ¿Qué significará RSE y la sustentabilidad en este nuevo contexto? Lo que se advierte es que es una posibilidad histórica para un salto definitivo a un nuevo paradigma sostenible, donde se logre sintonizar finalmente con las demandas de las nuevas generaciones y entrar en una nueva etapa de recuperación para el planeta.