Hawking, el físico que nunca recibió un Nobel

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Murió hoy el físico inglés que cambió la forma de concebir el Universo

El astrofísico de fama mundial falleció hoy pacíficamente en su casa de Cambridge, Inglaterra. Muchos mencionan la casualidad que haya muerto justamente un 14 de marzo, día en que desde 1988 la comunidad científica mundial celebra el “Día Pi”, una festividad creada para la divulgación de las matemáticas. La razón para escoger el 14 de marzo se encuentra en su escritura anglosajona: 3/14, que es el valor de esta famosa constante matemática.

Hawking logró fama mundial con su trabajo teórico, a principios de los años 70, sobre el origen y el fin del Universo. También escribió numerosos libros de ciencia, el más famoso de los cuales fue “Breve historia del tiempo”, un best seller que lo convirtió en estrella.

 

Sus estudios sobre agujeros negros revolucionaron la forma de estudiar el universo y su trabajo sobre la teoría de la relatividad de Einstein demostró que hubo un comienzo para el espacio y el tiempo – el Big Bang — y un final, a través de los agujeros negros.

Este físico acosado por una enfermedad paralizante que lo confinó a una silla de ruedas durante casi toda su vida adulta, llegó a ser una especie de leyenda viviente. Sin embargo, a pesar de toda su fama y del impacto de su física teórica, nunca recibió el Premio Nobel de Física. La razón es muy sencilla. Los descubrimientos científicos teóricos deben ser confirmados con datos observables antes de poder recibir el galardón.

Es bastante difícil observar un agujero negro y llevará décadas construir equipos científicos para comprobar sus descubrimientos teóricos. Por ejemplo, la teoría de las olas gravitacionales en el espacio de Albert Einstein, que él propuso en los años 20, se comprobó recién en 2016.

Uno de los descubrimientos más importantes de Hawking fue la llamada “Radiación Hawking”, la teoría de que los agujeros negros no son completamente negros sino que emiten radiaciones que terminan haciéndolos desaparecer. El problema es que para que esta teoría se pueda comprobar observando esa radiación, hace falta desarrollar una tecnología que implicará muchos años y muchísimo dinero.

 

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