Hacia una nueva visión de ciudad

El estudio de arquitectura MRA+A se posicionó nuevamente primero en su categoría, en la edición 2022 del ranking de Calidad en el Sector Inmobiliario y de la Construcción.

2 mayo, 2022

Premios internacionales y larga trayectoria dan muestra de su liderazgo.

“Certezas, solidez, resguardo de sus intereses y sinceridad absoluta” es la respuesta de los socios de MRA+A, los arquitectos Fernando Sabatini, Hernán César Bernabo y Mario Roberto Álvarez, al ser consultados sobre qué buscan los clientes a la hora de contratar un estudio.

–¿A qué atribuye el primer puesto obtenido en la encuesta sobre percepción de calidad?

–La respuesta corta es que se percibe que hacemos bien nuestros proyectos; que gustan y son apreciados. La respuesta un poco más extensa es que lo hacemos desde hace décadas, en consecuencia, la enorme cantidad de obras realizadas, en un país tan inestable como el nuestro, nos ha convertido en un fenómeno inherente no solo al Real Estate, sino también a la cultura argentina. Donde uno se encuentre, por ejemplo, en Buenos Aires, siempre verá algún edificio de nuestro estudio.

Llegando o saliendo de Aeroparque, se destaca en el skyline de la ciudad, la torre Le Parc, Libertador 4444. Saliendo o llegando por Buquebus, el ícono de la ciudad es Madero Office. También tenemos los proyectos que ya son parte de la ciudad y de nuestra identidad, como el Teatro San Martín, Somisa, IBM , las torres del corredor de la Avenida Libertador, los complejos Panedile uno y dos a la cabeza, que han generado un ejemplo de codificación urbana, como el semiperímetro.

También hacia el norte, en Vicente López, hemos generado los Docks de Al Río, donde tenemos nuestro nuevo estudio, y otras obras, como el edificio donde funciona WeWork. Paraguay. España, Japón y Estados Unidos son otras plazas donde hemos trabajado y generado proyectos, no solo de arquitectura, sino también urbanos como el vinculado al I, para el cual debimos generar el master plan final, con el que hoy dicha ciudad está transformándose.

–¿Cómo describiría el diferencial de la propuesta ofrecida?

–En cuanto a lo arquitectónico–urbano, nuestras propuestas tienen muy en cuenta su inserción, es decir “el dónde” y el “cómo”. Procuramos que sea una pieza de un rompecabezas faltante; responda a su entorno y contexto con dos desafíos autoimpuestos, el resultado final debe ser transformador y la pieza a diseñar debe lograr identificarnos.

Además, nuestra relación con quienes nos permiten hacer arquitectura: clientes a quienes tratamos de forma personalizada desde el primer día. Siempre la relación es con un socio o los tres y, aunque detrás hay un gran equipo de trabajo, las decisiones importantes se toman entre los socios y los clientes y es así durante todo el proceso. De esta forma, generamos una constante fidelización.

–¿Cuáles son las nuevas tendencias mundiales en arquitectura?

–Las tendencias son efímeras; para nosotros el desafío es generar arquitectura que perdure en el tiempo y se vea siempre actual. No obstante, la tendencia mundial de cambios no viene por la arquitectura, sino por una nueva visión de ciudad.

La pandemia por Covid–19 atacó al propio concepto de las grandes urbes: la relación estrecha de las personas, la densidad, el transporte público. Por eso este virus se expandió como reguero en el planeta. Debemos entender que el devenir del mundo en los últimos 150 años hizo que el 70% de las personas viviera en ciudades. Lo sanitario encendió una alarma que indica que algo debe cambiar y el calentamiento global va de la mano.

No obstante, hasta la pandemia, nadie le dio mayor importancia. En este sentido, nuestro estudio tiene una clara y fuerte posición. Desde principios del siglo 21, hemos investigado sobre lo sustentable. Un logro conseguido en esta línea es el haber ganado un primer premio en Osaka, Japón, que sentó las bases de un nuevo urbanismo, basado en un equilibrio sustentable entre hábitat humano y naturaleza.

Hemos sido consecuentes con esta visión y en 2007 generamos el primer edificio sustentable bajo el protocolo LEED, (Leadership in Energy and Environmental Design), Madero Office, cuya finalización y certificación final en 2010 disparó una decena de edificios bajo este protocolo. Hoy es inconcebible diseñar un edificio de oficinas sin estas condiciones de ahorro energético.

Lo más interesante del concepto LEED es el círculo virtuoso que genera en cuanto a la relación entre lo rentable de un edificio respecto a su nivel de sustentabilidad. Esos caminos hay que encontrar en el mundo, para que lo ecológico genere actividades de economía positiva.

Trabajo pendiente

–¿Está la Argentina alineada con estas propuestas?

–Sí lo está en lo inherente a los protocolos LEED, no en cuanto a lo urbano. El pacto de París de 2015 ha quedado desde su firma por parte de nuestro país en puras declaraciones.

Luego de dos administraciones de extracciones políticas diferentes no se ha pasado a la acción. Argentina debería trazar profundas políticas de Estado en cuanto a la distribución de su población y su vasto territorio. Las ciudades deberían cambiar su expansión horizontal por una vertical (la tierra es un recurso limitado, el cielo no) y de esta manera se podrían generar amplios espacios verdes en las ciudades.

Creemos que no todo lo construido es válido y bueno, debiéramos demoler más y construir menos. Somos consecuentes con nuestros conceptos aplicados en Japón y los hemos desarrollado aún más en un proyecto urbano de diez hectáreas en San Fernando, con una densidad equivalente a un 10% de cualquier ciudad tradicional. Eso lo planeamos como condición de partida para obtener 6 hectáreas de verde y una laguna equivalente a dos manzanas. Verde, agua, árboles son nuestros moderadores climáticos que evitan la isla de calor.

Estamos desarrollando un ecosistema urbano, un nuevo paradigma urbano donde se genera un verdadero equilibrio entre la naturaleza y la actividad humana. El nombre que eligieron nuestros clientes para este gran emprendimiento es BLISS, traducido del inglés significa felicidad total; nunca mejor elegido.

–¿Qué cambió en la demanda en los últimos tiempos?

–Hay mayor contacto con el verde, la naturaleza, espacios de trabajo en unidades de viviendas, nuevas tipologías de oficinas en igual sentido que las viviendas. No obstante, la ciudad, tal como es hoy no puede satisfacer esas demandas; de ahí el éxodo hacia la periferia.

–¿Hay diferencias destacables según el perfil etario de los clientes?

–No, todos tienen un factor y objetivo en común: el éxito de sus proyectos.

(Publicado originalmente en la versión impresa de Mercado como parte del Ranking de la Calidad en el mundo inmobiliario y de la construcción, un producto anual de Reporte Inmobiliario.)

 

 

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