martes, 10 de diciembre de 2024

… y se sigue hablando de la privacidad

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Un estudio que analizó la conducta de los consumidores en diversas circunstancias, explora por primera vez el valor monetario de la información personal que se comparte en Internet.

<p>A muchos les da inquietud pagar en el extranjero con tarjeta de cr&eacute;dito cuando no conocemos la tasa de cambio. Pero si es cierto, como dicen algunos, que en Internet la verdadera moneda es la privacidad, millones de personas hacen justamente eso, todos los d&iacute;as.</p>
<p>&nbsp;Mientras tanto, los gigantes de Internet enmiendan sus pol&iacute;ticas de privacidad de maneras que les permiten cosechar y vender todav&iacute;a m&aacute;s datos personales nuestros. Mientras los defensores de la privacidad protestan, los usuarios cliquean y siguen adelante como si tal cosa. <br />
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La conclusi&oacute;n parecer&iacute;a ser, entonces, que la generaci&oacute;n de Internet no tiene inconvenientes en cambiar su privacidad por servicios gratuitos o m&aacute;s baratos en la Web.<br />
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Pero no es as&iacute;, seg&uacute;n afirma Nicola Jentzsch del Instituto Alem&aacute;n de Investigaci&oacute;n, en Berl&iacute;n. Ella y sus colegas publicaron un estudio donde muestran que la mayor&iacute;a de la gente prefiere proteger sus datos personales cuando si se le da la oportunidad de optar; y que una gran proporci&oacute;n est&aacute; dispuesta tambi&eacute;n a pagar para lograrlo.<br />
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Los investigadores llevaron a 443 estudiantes hacia un sitio web donde dos vendedores diferentes ofrec&iacute;an entradas de cine. Aunque las entradas estaban subsidiadas, los voluntarios, que pod&iacute;an comprar una, dos o ninguna, ten&iacute;an que pagar la mayor parte del costo. <br />
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Cuando los dos vendedores las ofrec&iacute;an al mismo precio pero s&oacute;lo uno ped&iacute;a a los clientes que ingresaran el n&uacute;mero de su celular, el otro vendedor consigui&oacute; 83% de las ventas. Cuando la oferta era la misma pero el cine que no ped&iacute;a el tel&eacute;fono cobraba un adicional de 50 centavos de euro, el market share de ese cine cay&oacute; a 31%<br />
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Cuando uno solo de los dos vendedores dijo que usar&iacute;a la direcci&oacute;n mail de los clientes para enviarles avisos y ambos pon&iacute;an las entradas al mismo precio, 62% de las ventas fue para el vendedor m&aacute;s respetuoso de la privacidad. Pero cuando ese mismo vendedor cobr&oacute; 50 centavos m&aacute;s, su participaci&oacute;n cay&oacute; a 13%. <br />
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La protecci&oacute;n de la privacidad se encuentra en una encrucijada a ambas m&aacute;rgenes del Atl&aacute;ntico. En enero, Google anunci&oacute; que fundir&iacute;a los datos personales que re&uacute;ne de sus usuarios en una docena de servicios, diciendo que eso le permitir&iacute;a hacer mejores b&uacute;squedas. Francia primero y luego la Uni&oacute;n Europea le contestaron que su nueva pol&iacute;tica no respeta la directiva europea de protecci&oacute;n de datos. La UE est&aacute; trabajando sobre nuevas reglas de protecci&oacute;n de datos que incluir&aacute; multas de hasta 2% del ingreso global de la compa&ntilde;&iacute;a. <br />
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El mes pasado la administraci&oacute;n Obama estableci&oacute; un marco para un nuevo c&oacute;digo de privacidad que dar&iacute;a a los consumidores m&aacute;s control sobre el uso de sus datos personales.</p>
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