Los minoristas recurren con creciente determinación a la tecnología para mejorar la experiencia de comprar in situy ofrecer más servicios personales a los clientes fieles. Cada vez son más los retailers que usan sistemas en punto de venta (sistemas POS) –como las tarjetas de comprador frecuente– para registrar preferencias personales de los clientes.
Por ejemplo Saks Fifth Avenue, de Nueva York, usa un sistema POS llamado The Link, que registra las compras de los clientes y permite a cada sucursal enviar cartas personales a sus compradores cada vez que se acerca alguna promoción especial.
Los minoristas están usando la tecnología del escaneo para registrar y almacenar datos sobre hábitos de compra y preferencias, asegurándose de que los futuros inventarios reflejen las demandas de la mayor cantidad de consumidores.
En algunos Wal-Mart, los compradores mismos pueden escanear el código de barras en compactos o videos y así escuchar o ver algunos trozos antes de decidir la compra. Toys RU da escaners a los niños para que hagan la lista de cosas que les gusta y así poder pedir a tías, tíos, abuelos y otros familiares que luego les comprarán exactamente lo que quieren.
Los kioscos y videos son cada vez más populares entre los creadores de centros comerciales. Dos de ellos, el Simon DeBartolo Group y General Growth Properties, están instalando kioscos electrónicos y video walls donde los clientes buscan ofrecimientos de empleo o compran cupones de regalo, o reservan pasajes aéreos o entradas a conciertos.
Un centro comercial está usando la Internet para atraer clientes. El centro The Rouse salpica sus centros con kioscos que ofrecen acceso gratis a la Internet a cambio de que la persona acepte mirar el sitio Web del centro comercial.
Podría decirse, aunque es discutible, que el mejor uso que puede lograr el comercio minorista con la tecnología es el que lleva la vida real a la experiencia de compra en Internet.
ModaCAD, una pequeña empresa que fabrica software, se asoció con Intel en un emprendimiento de alto riesgo con el que proyectan ganar los corazones y los bolsillos de las mujeres de todo el mundo. Llamado Project New York, se espera de él que abra un mercado completamente nuevo para la PC.
Con el Project New York las compradoras –o los compradores– caminarán por un centro comercial virtual, podrán entrar al interior de los negocios para mirar y observar tal como harían en uno del mundo real. Podrán cliquear en una prenda colgada y pedir que los artículos aparezcan en forma tridimensional. Los consumidores podrán elegir una blusa en un negocio y probarla sobre un maniquí con una falda de otra tienda diferente. Además, podrán obtener asesoramiento, mirar videoclips y enterarse de los hábitos que los famosos tienen con respecto a las modas. Una vez que el Project New York esté disponible para los comercios, cobrará una cuota de suscripción.
Todavía hay problemas que sortear. Mucha gente no tiene computadora con la suficiente capacidad para soportar estos programas. Sin embargo, a medida que aumenta el número de empleadores que ponen servicios de compra a disposición de sus empleados, el mall virtual podría llegar a tener un lugar en al hall de entrada de muchas empresas de Estados Unidos.
Los minoristas recurren con creciente determinación a la tecnología para mejorar la experiencia de comprar in situy ofrecer más servicios personales a los clientes fieles. Cada vez son más los retailers que usan sistemas en punto de venta (sistemas POS) –como las tarjetas de comprador frecuente– para registrar preferencias personales de los clientes.
Por ejemplo Saks Fifth Avenue, de Nueva York, usa un sistema POS llamado The Link, que registra las compras de los clientes y permite a cada sucursal enviar cartas personales a sus compradores cada vez que se acerca alguna promoción especial.
Los minoristas están usando la tecnología del escaneo para registrar y almacenar datos sobre hábitos de compra y preferencias, asegurándose de que los futuros inventarios reflejen las demandas de la mayor cantidad de consumidores.
En algunos Wal-Mart, los compradores mismos pueden escanear el código de barras en compactos o videos y así escuchar o ver algunos trozos antes de decidir la compra. Toys RU da escaners a los niños para que hagan la lista de cosas que les gusta y así poder pedir a tías, tíos, abuelos y otros familiares que luego les comprarán exactamente lo que quieren.
Los kioscos y videos son cada vez más populares entre los creadores de centros comerciales. Dos de ellos, el Simon DeBartolo Group y General Growth Properties, están instalando kioscos electrónicos y video walls donde los clientes buscan ofrecimientos de empleo o compran cupones de regalo, o reservan pasajes aéreos o entradas a conciertos.
Un centro comercial está usando la Internet para atraer clientes. El centro The Rouse salpica sus centros con kioscos que ofrecen acceso gratis a la Internet a cambio de que la persona acepte mirar el sitio Web del centro comercial.
Podría decirse, aunque es discutible, que el mejor uso que puede lograr el comercio minorista con la tecnología es el que lleva la vida real a la experiencia de compra en Internet.
ModaCAD, una pequeña empresa que fabrica software, se asoció con Intel en un emprendimiento de alto riesgo con el que proyectan ganar los corazones y los bolsillos de las mujeres de todo el mundo. Llamado Project New York, se espera de él que abra un mercado completamente nuevo para la PC.
Con el Project New York las compradoras –o los compradores– caminarán por un centro comercial virtual, podrán entrar al interior de los negocios para mirar y observar tal como harían en uno del mundo real. Podrán cliquear en una prenda colgada y pedir que los artículos aparezcan en forma tridimensional. Los consumidores podrán elegir una blusa en un negocio y probarla sobre un maniquí con una falda de otra tienda diferente. Además, podrán obtener asesoramiento, mirar videoclips y enterarse de los hábitos que los famosos tienen con respecto a las modas. Una vez que el Project New York esté disponible para los comercios, cobrará una cuota de suscripción.
Todavía hay problemas que sortear. Mucha gente no tiene computadora con la suficiente capacidad para soportar estos programas. Sin embargo, a medida que aumenta el número de empleadores que ponen servicios de compra a disposición de sus empleados, el mall virtual podría llegar a tener un lugar en al hall de entrada de muchas empresas de Estados Unidos.