Hoy la gente pone sus antecedentes en Internet. A veces, el departamento de recursos humanos de una empresa con un cargo por cubrir, entre en ellos para averiguar, entre otras cosas, si alguno de sus propios empleados no ha puesto su ficha en busca de otra cosa.
La exposición de los antecedentes de un postulante plantea un problema adicional: el currículum no siempre está disponible porque lo haya puesto su titular. En Internet, algunas agencias de personal agresivas usan programas especiales –llamados “arañas”- que revolotean por el espacio cibernético, sacan un currículum de un lado y lo meten en otro, sin que se entere su dueño.
Los corsarios de la contratación lo intentan todo. Se hacen pasar por inversores de riesgo, merodean estacionamientos escuchando conversaciones entre empleados o piden a los amigos robar guías internas para obtener nombres, cargos, teléfonos, e-mail y otros datos relevantes de talentos ocupados.
Líderes del Tercer Milenio
(c) Clarín y MERCADO
Hoy la gente pone sus antecedentes en Internet. A veces, el departamento de recursos humanos de una empresa con un cargo por cubrir, entre en ellos para averiguar, entre otras cosas, si alguno de sus propios empleados no ha puesto su ficha en busca de otra cosa.
La exposición de los antecedentes de un postulante plantea un problema adicional: el currículum no siempre está disponible porque lo haya puesto su titular. En Internet, algunas agencias de personal agresivas usan programas especiales –llamados “arañas”- que revolotean por el espacio cibernético, sacan un currículum de un lado y lo meten en otro, sin que se entere su dueño.
Los corsarios de la contratación lo intentan todo. Se hacen pasar por inversores de riesgo, merodean estacionamientos escuchando conversaciones entre empleados o piden a los amigos robar guías internas para obtener nombres, cargos, teléfonos, e-mail y otros datos relevantes de talentos ocupados.
Líderes del Tercer Milenio
(c) Clarín y MERCADO