La cadena británica de supermercados Iceland acaba de hacer pública su decisión de vender exclusivamente productos orgánicos.
En 1998 se había convertido en la primera cadena minorista que excluía los ingredientes genéticamente modificados en la fabricación de los productos de su propia marca.
Desde 1998, los resultados económicos del supermercado mejoraron notablemente en un sector en el que otros supermercados tradicionales, como Sainsburys, luchan por mantener sus niveles de ventas. La cotización de las acciones de Iceland en la bolsa se ha casi duplicado con respecto a la de dos años atrás.
Además, la cadena acordó una fusión con Booker, mayorista de productos de verdulería, en un acuerdo equivalente a US$ 597,6 millones, y proyecta usar los depósitos de Booker para apoyar sus propias iniciativas.
Tesco, el líder del mercado con un negocio orgánico que le representó el año pasado entre 2% y 3% de los productos vendidos en sus supermercados, acusó a Iceland de intentar “sobrepasar” a los demás en el mercado de los alimentos orgánicos.
Tesco calcula que el mercado va a crecer 10% en los próximos 10 años, pero no tiene intenciones de imitar a Iceland, porque dice que su propia línea de alimentos orgánicos es lo suficientemente amplia.
La cadena británica de supermercados Iceland acaba de hacer pública su decisión de vender exclusivamente productos orgánicos.
En 1998 se había convertido en la primera cadena minorista que excluía los ingredientes genéticamente modificados en la fabricación de los productos de su propia marca.
Desde 1998, los resultados económicos del supermercado mejoraron notablemente en un sector en el que otros supermercados tradicionales, como Sainsburys, luchan por mantener sus niveles de ventas. La cotización de las acciones de Iceland en la bolsa se ha casi duplicado con respecto a la de dos años atrás.
Además, la cadena acordó una fusión con Booker, mayorista de productos de verdulería, en un acuerdo equivalente a US$ 597,6 millones, y proyecta usar los depósitos de Booker para apoyar sus propias iniciativas.
Tesco, el líder del mercado con un negocio orgánico que le representó el año pasado entre 2% y 3% de los productos vendidos en sus supermercados, acusó a Iceland de intentar “sobrepasar” a los demás en el mercado de los alimentos orgánicos.
Tesco calcula que el mercado va a crecer 10% en los próximos 10 años, pero no tiene intenciones de imitar a Iceland, porque dice que su propia línea de alimentos orgánicos es lo suficientemente amplia.