Desde el momento en que hace cinco años Kellogg Co. y su agencia Leo Burnett Worldwide, presentaron el plan de adelgazamiento “Special K Challenge”, la marca se ha convertido en la número uno de la compañía, con ventas globales estimadas en US$ 500 millones. Ahora Kellogg está lista para llevar aun más lejos sus credenciales dietéticas.
Su proyecto para este mes es sacar a nivel nacional (en Estados Unidos) una línea de aguas proteicas y barritas proteicas para la sección dietética que ya tiene un lugar en las góndolas de Wal Mart. También sacará el “Special K Chocolatey Delight” (delicia chocolatada) para calmar las ansias de dulce de la gente que se pone a dieta.
Los relojes “Special K Personal Trainer” que calculan calorías consumidas y ya se venden en Gran Bretaña, también podrían cruzar el océano en cualquier momento.
Para manejar esta agresiva expansión, Kellogg nombró a Alan Gravely, ex ejecutivo de marketing de su división congelados, para ocupar el cargo de vicepresidente de marketing de la división salud y bienestar.
Al ser una marca que se ha expandido en los años recientes para incluir nuevos sabores y nuevas formas, los gastos de Special K también aumentaron. Kellogg dispuso de unos US $45 millones para poner a la marca en los medios durante 2005. Entre enero y junio de este año ya había gastado US$ 31 millones, según reflejan las cifras de TNS Media Intelligence/CMR.
En la categoría cereales – en general una categoría en declinación — Kellogg logró aumentar (en el año que terminó el 6 de septiembre) 16% las ventas de Special K, y en el competitivo renglón de las barritas de cereal, las ventas subieron 67% en los negocios minoristas. Esas cifras hacen pensar a la compañía en la posibilidad de apostar fuerte a la marca en nuevas categorías, como el ultra-competitivo negocio de las aguas.
Con el nombre de Special K y el respaldo de Kellogg, los comercios minoristas seguramente harán espacio en sus góndolas para los nuevos productos que presenta la compañía. La publicidad comenzará en enero destacando la capacidad para ayudar a los consumidores a mantenerse en el peso adecuado. Los observadores opinan que si la iniciativa tiene éxito, Kellogg conseguirá una posición legítima en el terreno de las dietas y fuertes credenciales para llevar la marca todavía más lejos.
Desde el momento en que hace cinco años Kellogg Co. y su agencia Leo Burnett Worldwide, presentaron el plan de adelgazamiento “Special K Challenge”, la marca se ha convertido en la número uno de la compañía, con ventas globales estimadas en US$ 500 millones. Ahora Kellogg está lista para llevar aun más lejos sus credenciales dietéticas.
Su proyecto para este mes es sacar a nivel nacional (en Estados Unidos) una línea de aguas proteicas y barritas proteicas para la sección dietética que ya tiene un lugar en las góndolas de Wal Mart. También sacará el “Special K Chocolatey Delight” (delicia chocolatada) para calmar las ansias de dulce de la gente que se pone a dieta.
Los relojes “Special K Personal Trainer” que calculan calorías consumidas y ya se venden en Gran Bretaña, también podrían cruzar el océano en cualquier momento.
Para manejar esta agresiva expansión, Kellogg nombró a Alan Gravely, ex ejecutivo de marketing de su división congelados, para ocupar el cargo de vicepresidente de marketing de la división salud y bienestar.
Al ser una marca que se ha expandido en los años recientes para incluir nuevos sabores y nuevas formas, los gastos de Special K también aumentaron. Kellogg dispuso de unos US $45 millones para poner a la marca en los medios durante 2005. Entre enero y junio de este año ya había gastado US$ 31 millones, según reflejan las cifras de TNS Media Intelligence/CMR.
En la categoría cereales – en general una categoría en declinación — Kellogg logró aumentar (en el año que terminó el 6 de septiembre) 16% las ventas de Special K, y en el competitivo renglón de las barritas de cereal, las ventas subieron 67% en los negocios minoristas. Esas cifras hacen pensar a la compañía en la posibilidad de apostar fuerte a la marca en nuevas categorías, como el ultra-competitivo negocio de las aguas.
Con el nombre de Special K y el respaldo de Kellogg, los comercios minoristas seguramente harán espacio en sus góndolas para los nuevos productos que presenta la compañía. La publicidad comenzará en enero destacando la capacidad para ayudar a los consumidores a mantenerse en el peso adecuado. Los observadores opinan que si la iniciativa tiene éxito, Kellogg conseguirá una posición legítima en el terreno de las dietas y fuertes credenciales para llevar la marca todavía más lejos.