<p>Ahora las cifras dicen que cayó la inversión en correo directo y también el volumen. Entre 2007 y 2008 el gasto cayó de US$ 58.400 millones a US$ 56.700 millones. Y para este año se prevé otra caída de 8 a 9&. En cuanto a volumen Mintel Comperemedia descubrió que en Estados Unidos cayó un promedio de 12,1% en 2008. <br />
La crisis de los servicios financieros contribuyó con la declinación. Otras razones fueron el aumento de los costos postales, en mano de obra y en producción. Y finalmente, el otro factor: la creciente utilización de los medios digitales entre los consumidores. <br />
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No obstante, el correo directo sigue representando más de US$ 50.000 millones en el gasto estadounidense y, más allá de la actual caída, sigue siendo un negocio rentable. Por eso, en el lugar donde antes sólo había la tradicional modalidad de la carta, se está poniendo a prueba una amplia variedad de nuevas aplicaciones. Se envía, por ejemplo, menos volumen, mensajes con mayor puntería y se hacen campañas de valor mucho más alto. Lo que sí está quedando para el museo son aquellas campañas donde se mandaban mensajes urbi et orbi y luego se rezaba para que dieran resultado. </p>
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Se reduce el correo directo
Por primera vez, desde que comenzó a usarse el recurso del correo directo, cayó la eficacia de este medio. Los consumidores siempre lo llamaron correo basura, pero durante más de medio siglo los anunciantes lo llamaban el viejo y confiable correo directo.