lunes, 9 de diciembre de 2024

Piden prohibir la publicidad de remedios

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Ricardo Peidro, secretario general de la AAPM, expresó su apoyo a los proyectos legislativos que proponen la prohibición total de la publicidad de medicamentos de venta libre.

Durante el debate “Publicidad y Medicamentos” organizado por el Colegio Público de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, la propuesta fue apoyada y compartida por los demás integrantes del panel.

Peidro también criticó la actitud complaciente de la ANMAT que tolera las descaradas publicidades que prometen curas milagrosas y violan las pautas éticas que el organismo debería hacer cumplir, de acuerdo a sus atribuciones.

El titular de la AAPM explicó que la entidad sindical de los visitadores médicos apoya la nueva reglamentación introducida por la ANMAT desde el 20 de septiembre, “porque siempre apoyaremos lo que consideramos un paso adelante”, pero instaló la duda sobre su eficacia si no está acompañada de la decisión política de sancionar a los infractores.

En ese sentido, Peidro y los otros dos panelistas, Jorge Rachid, asesor de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, y Ricardo Martínez, ex interventor de la ANMAT, coincidieron que la fiscalización posterior al lanzamiento de las campañas publicitarias ha sido un fracaso y que la nueva reglamentación tampoco introduce la fiscalización previa, una alternativa a la prohibición total que debería ser aplicada antes de que los spots comiencen a difundirse con los medios audiovisuales.

“Apoyamos los proyectos de ley de prohibición total de publicidad de medicamentos, que el año pasado presentaron diputados oficialistas y también el que recientemente incorporaron Claudio Lozano, Alcira Argumedo y Antonio Riestra”, ratificó Peidro durante el debate “Publicidad y Medicamentos” realizado en el auditorio del Colegio Público de Abogados.

El titular de AAPM sostuvo que “nos gustaría que la Comisión de Salud de Diputados convoque a audiencias públicas o seminarios para discutir estos proyectos” que hasta ahora no han concitado la atención de los miembros de esa comisión parlamentaria.

Jorge Rachid, en su condición de asesor de la Comisión de Salud, reveló que “los asesores de todos los bloques integrantes de la Comisión de Salud nos pusimos de acuerdo” en impulsar un proyecto que prohibía la publicidad de medicamentos presentado en 2013 por el diputado oficialista Gastón Harispe.

“Pero luego mágicamente ese proyecto desapareció”, ironizó Rachid, proponiendo que los dos proyectos actualmente en la agenda parlamentaria deberían fusionarse en uno solo “para darle mayor potencia” y que está trabajando en esa dirección con los autores de sendas iniciativas parlamentarias.

Peidro también reclamó que “hay que establecer un Código de Etica” a nivel nacional para la promoción del medicamento y por eso “queremos volver a discutir un proyecto como en 2006”.

El titular de la AAPM recordó que la Cámara de Diputados ese año aprobó por unanimidad un Código de Etica, pero que luego “desapareció” en el Senado, donde estimó que fue cajoneado por presiones del lobby empresario.

La existencia de códigos de ética en muchas provincias obedece, precisamente, a las campañas de AAPM, “pero nunca conseguimos que se aprobara a nivel nacional porque ha muerto en el Senado”, detalló.

Incluso, “el sindicato es el poder de policía que garantiza la aplicación de estos códigos en las provincias y que la promoción debe transcurrir por carriles éticos y científicos”, destacó el secretario general de AAPM.

Pero ese control ético no ha sido gratuito para los afiliados a AAPM, porque “a muchos compañeros les costó el trabajo por negarse a sobornar a los médicos”, denunció.

Peidro subrayó que “pocas organizaciones como AAPM han denunciado las prácticas corruptas como los regalos, los viajes, los obsequios de electrodomésticos” a los médicos, mencionando, entre otros laboratorios implicados en estas prácticas, a Sanofi, Pfizer y Glaxo.

La AAPM es heredera del ideario del ex ministro de Salud Ramón Carrillo, quien en 1947 definió al visitador médico como “ayudantes de la medicina”, destacó el secretario general.

 

“Desde ese mandato histórico de Carrillo, nos negamos a ser agentes de marketing de los laboratorios porque somos coherentes con ese legado de Carrillo”, enfatizó Peidro.

“Hicimos y hacemos denuncias desde las fauces del león contra una patronal difícil y con la que ahora también estamos en conflicto gremial por paritarias”, reforzó.

Los cuestionamientos “no solo es a la publicidad de venta libre, también a la falta de ética en los consultorios”, dijo.

Después de criticar algunas publicidades como la de Evanol y de Next con Marley disfrazado de mozo recomendando el medicamento, Peidro denunció que en 2014 el gasto en publicidad de medicamentos creció 47 por ciento con relación al año anterior y que los medicamentos, junto con bienes de consumo como los celulares y los productos de limpieza, concentraron el 90 por ciento de “la torta publicitaria”, según la Cámara Argentina de Agencia de Medios.

“En conjunto con otras organizaciones queremos ser una alternativa, queremos ser escuchados” afirmó Peidro, en una mensaje dirigido a los legisladores y a la ANMAT, donde existe un “Observatorio” integrado por un centenar de facultades y entidades científicas, pero también por las cámaras empresarias.

“En ese Observatorio ANMAT no figuran los trabajadores pese a la experiencia que tenemos. Será porque la industria farmacéutica le sacó una bolilla negra a sus trabajadores, que sin duda no somos bien vistos por nuestros reclamos salariales”, completó Peidro.

Las críticas de Peidro a la inacción de la ANMAT fueron compartidas por los demás panelistas y por especial por Ricardo Martínez, que a partir de su experiencia como interventor del organismo entre 2008 y 2010 recordó la tirante relación que mantuvo con los laboratorios de venta libre, a causa de sus campañas publicitarias.

Jorge Rachid coincidió que hay que prohibir la publicidad porque a través de sus campañas audiovisuales y gráficas “la industria implementa un sistema publicitario de superventas” y “esconde los efectos adversos mientras difunde los beneficios”, recurriendo a médicos y revistas científicas, que reciben “contribuciones” de esa industria.

“La cara del monstruo es la industria farmacéutica”, recurrió como metáfora el panelista, insistiendo que este sector industrial “se ha convertido en una gran empresa de inversión publicitaria y consumo, pero perdió el rumbo de la innovación”.

“La lapicera del médico se ha convertido en un arma letal para los sistemas de salud” afirmó Rachid, al mencionar los “estímulos directos e indirectos” que reciben de la industria.

“600 mil dólares anuales invierte la industria farmacéutica de Estados Unidos por médico”, citó Rachid.

En ese país los laboratorios concentran el 25 por ciento del total facturado en publicidad y en España el gasto publicitario de la industria farmacéutica es de 3.800 millones de euros anuales.

Ricardo Martínez, ex interventor de la ANMAT entre 2008 y 2010 recordó como tuvo que lidiar con los laboratorios que pretendían “autorregularse” en materia de publicidad, sin la intervención del Estado, “pero no funcionó”.

“Para mi gusto, la fiscalización posterior ha sido un fracaso, muy endeble”, reforzó.

Por eso, coincidiendo con los demás panelistas, consideró necesario prohibir toda publicidad de medicamentos “y mientras tanto aplicar la fiscalización antes y no después”.

También lamentó que la Reforma Constitucional de 1994 solo incluyera una vez la palabra “salud” definida como “derecho del consumidor”.

“Hay una delgada línea roja” entre publicidad e información, afirmó Martínez, resaltando que “hasta los jabones tratan que sean considerados medicamentos” de acuerdo con la publicidad de Unilever, una de las empresas monopólicas del sector.

Lo grave, agregó, es que esa empresa hace campañas con el Ministerio de Educación tituladas “manos limpias” que es una promoción indirecta de sus jabones.

 

 

 

 

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