Manejar el impacto de las palabras

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La elección de palabras siempre es importante pero más aún si se trata de la comunicación del presidente o CEO de una empresa a sus empleados. ¿Cómo manejar el impacto de la conversación para no desgastar la relación?

<p>La an&eacute;cdota es simple pero dice mucho sobre el impacto de las palabras en una organizaci&oacute;n. Una vez, hace tiempo, el nuevo gerente general de un canal de cable, lleg&oacute; a un set de filmaci&oacute;n de un programa de televisi&oacute;n. Mientras hablaba con su equipo y observaba c&oacute;mo trabajan, not&oacute; que las luces estaban demasiado altas. Hizo un comentario al respecto y, una vez que se fue, sus empleados se propusieron arreglarlo. El gerente general no buscaba que bajen las luces; era solamente una manera de generar conversaci&oacute;n con su equipo.</p>
<p>He ah&iacute; la terrible importancia que tienen las palabras, especialmente de la boca del jefe: los empleados no tomar&aacute;n el comentario de la misma manera que si lo hubiese hecho un compa&ntilde;ero de trabajo sino como una orden. Es f&aacute;cil olvidar este peque&ntilde;o detalle, especialmente desde el lado de los ejecutivos. Sin embargo, es cr&iacute;tico establecer la importancia del discurso en la organizaci&oacute;n que se dirige y evitar, as&iacute;, consecuencias indeseadas.</p>
<p>No entender esto puede costarles caro a las empresas. Bob Nardelli, de Home Depot, entendi&oacute; r&aacute;pido que emplear a todo el personal full-time era costoso y poco ideal para la empresa que a veces ten&iacute;a que adaptarse a los meses de poca demanda. En una conversaci&oacute;n sugiri&oacute; a sus ejecutivos tener 50% de los empleados full-time, otro 50% trabajando mitad de jornada. Era un comentario, ni siquiera todav&iacute;a una estrategia. Sus subordinados se lo tomaron a pecho y lograron que ese comentario informal se haga medida: los gerentes de sucursal empezar a exigir esto de su staff de trabajo. &iquest;El resultado? Nardelli sali&oacute; a pedir perd&oacute;n cuando los empleados comenzaron a mandarle cartas enojadas. Pudo revertir la situaci&oacute;n pero parte del da&ntilde;o ya estaba hecho: el entusiasmo y la confianza de sus empleados estaban quebrados.</p>
<p>&iquest;C&oacute;mo asegurarse, entonces, que las organizaciones escuchen bien lo que dicen los ejecutivos? &iquest;C&oacute;mo entender que las palabras pueden tener impactos negativos en la manera en que se hacen negocios?</p>
<p>1) Contexto<br />
Al momento de decir algo, sepa explicar por qu&eacute; lo dice y cu&aacute;les son sus expectativas. Si Nardelli hubiese dicho &ldquo;estoy sorprendido de que nunca pensamos en esto, habl&eacute;moslo en nuestra pr&oacute;xima reuni&oacute;n&rdquo;, se hubiese ahorrado un mont&oacute;n de problemas.</p>
<p>2) Audiencia<br />
Algunas personas pueden percibir que se est&aacute; dando una orden m&aacute;s que otros. Para ellos es importante poder adaptar el discurso. En el caso de los gerentes que gustan de tormentas de ideas, es importante aclarar que no todas terminar&aacute;n en proyectos concretos.</p>
<p>3) Cultura corporativa<br />
El ejemplo inicial sirve para entender que diferentes sectores o industras tienden a actuar de diferentes maneras. Por ejemplo, en el sector de entretenimiento los empleados trabajan r&aacute;pido para crear escenas completas en poco tiempo. Tal vez por eso el comentario del gerente General haya causado tanto revuelo y precipitado tantos cambios.</p>
<p>Recuerde, siempre, que cuando habla no lo hace como persona sino como jefe de un n&uacute;mero importante de personas y que sus empleados lo miran buscando obedecer ordenes. Es su responsabilidad, despu&eacute;s de todo, saber c&oacute;mo comunicar.</p>

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