Un líder que plantea un cambio difícil pide a su gente que cambie
hábitos, instrumentos, lealtades y hasta maneras de pensar. En lugar de
todo eso ofrece les ofrece nada más que una mera posibilidad. En estos
términos plantean liderazgo Ronald A. Heifetz y Marty Linsky en su libro
Leadership on the Line: Staying Alive Through the Dangers of Leading. Para ellos,
los temas fundamentales que deben ocupar la preocupación de los líderes
giran alrededor de cómo hacer para anticiparse y sobrevivir a las resistencias
que van a generar.
Por más dulce y suave que sea el estilo, dicen, por más cuidadosa
la estrategia, cuando alguien toma una iniciativa que no es popular, o pone
sobre la mesa nuevas y provocadoras ideas, o cuestiona la brecha entre valores
y conductas, o pide que se haga frente a realidades desagradables, corre el
riesgo de provocar ira y se convierte en vulnerable.
Cuanto más profundo el cambio y mayor sea la cantidad de nuevos aprendizajes
que se requieren, más resistencia y más peligro personal y profesional
para quien esté a la cabeza.
Si liderar implicara dar buenas noticias a la gente, sería tarea fácil,
dicen. Lamentablemente, muchos líderes buscan evitarse complicaciones.
Hace falta una cuota de coraje para pensar y plantear la tarea en estos términos:
"Así no podemos seguir, pero el camino que propongo es incierto;
los planes que tracé con idea de prosperar pueden no dar resultados.
Son nuevos, y por lo tanto, pueden darnos sorpresas desagradables. Vamos a tener
que atravesar un período de desacuerdos y de conflictos mientras vamos
comprendiendo la nueva situación y aprendemos a separar la paja del trigo.
Vamos a tener que abandonar los cómodos instrumentos del pasado, las
viejas rutinas y hasta algunas alianzas. Tendremos que superar la sensación
de incompetencia que sobrevendrá cuando intentemos innovar y aprender
cosas y procesos nuevos; inevitablemente vamos a cometer equivocaciones."
Este mensaje, aunque honesto, es muy difícil de transmitir.
Distinguir el "yo" del "rol"
Es fácil que se confunda identidad personal con el rol que desempeña
el líder, dicen Heifetz and Linsky. Pero para sobrevivir como líder
es importante recordar que la "persona", el "yo", está
más allá de las expectativas de los demás. Es imprescindible
reconocer que los demás tienen una visión limitada de usted, pues
ella está basada exclusivamente en el rol que usted desempeña
en sus vidas.
Una vez entendido esto, usted estará en mejores condiciones para interpretar
y descifrar las críticas que le hacen antes de internalizarlas. Lo mismo
es válido para los elogios. "Si usted cree todas las cosas lindas
que la gente dice de usted, puede perderse en su rol y distorsionar su sentido
personal de identidad y autoimagen. Los aliados son personas que comparten sus
valores o su estrategia, pero también tienen otras lealtades y ataduras.
"Invéntese un santuario". Así llaman los autores a
cualquier lugar o actividad que proporcione un ancla y sostén. Puede
ser una caminata diaria, un lugar especial o una visita a un amigo. Cualquier
cosa que permita reflexión, renovación y reconexión con
el "yo" o con su objetivo. Quien vive en situación de estrés
permanente suele abandonar las cosas que le provocan paz y tranquilidad. Pero
esas son justamente las que aquí se consideran imprescindibles vías
de escape.
Extractado de
Leadership on the Line: Staying Alive though the Dangers of Leading
by Ronald A. Heifetz and Marty Linsky,
Harvard Business School Press, 2002.
Un líder que plantea un cambio difícil pide a su gente que cambie
hábitos, instrumentos, lealtades y hasta maneras de pensar. En lugar de
todo eso ofrece les ofrece nada más que una mera posibilidad. En estos
términos plantean liderazgo Ronald A. Heifetz y Marty Linsky en su libro
Leadership on the Line: Staying Alive Through the Dangers of Leading. Para ellos,
los temas fundamentales que deben ocupar la preocupación de los líderes
giran alrededor de cómo hacer para anticiparse y sobrevivir a las resistencias
que van a generar.
Por más dulce y suave que sea el estilo, dicen, por más cuidadosa
la estrategia, cuando alguien toma una iniciativa que no es popular, o pone
sobre la mesa nuevas y provocadoras ideas, o cuestiona la brecha entre valores
y conductas, o pide que se haga frente a realidades desagradables, corre el
riesgo de provocar ira y se convierte en vulnerable.
Cuanto más profundo el cambio y mayor sea la cantidad de nuevos aprendizajes
que se requieren, más resistencia y más peligro personal y profesional
para quien esté a la cabeza.
Si liderar implicara dar buenas noticias a la gente, sería tarea fácil,
dicen. Lamentablemente, muchos líderes buscan evitarse complicaciones.
Hace falta una cuota de coraje para pensar y plantear la tarea en estos términos:
"Así no podemos seguir, pero el camino que propongo es incierto;
los planes que tracé con idea de prosperar pueden no dar resultados.
Son nuevos, y por lo tanto, pueden darnos sorpresas desagradables. Vamos a tener
que atravesar un período de desacuerdos y de conflictos mientras vamos
comprendiendo la nueva situación y aprendemos a separar la paja del trigo.
Vamos a tener que abandonar los cómodos instrumentos del pasado, las
viejas rutinas y hasta algunas alianzas. Tendremos que superar la sensación
de incompetencia que sobrevendrá cuando intentemos innovar y aprender
cosas y procesos nuevos; inevitablemente vamos a cometer equivocaciones."
Este mensaje, aunque honesto, es muy difícil de transmitir.
Distinguir el "yo" del "rol"
Es fácil que se confunda identidad personal con el rol que desempeña
el líder, dicen Heifetz and Linsky. Pero para sobrevivir como líder
es importante recordar que la "persona", el "yo", está
más allá de las expectativas de los demás. Es imprescindible
reconocer que los demás tienen una visión limitada de usted, pues
ella está basada exclusivamente en el rol que usted desempeña
en sus vidas.
Una vez entendido esto, usted estará en mejores condiciones para interpretar
y descifrar las críticas que le hacen antes de internalizarlas. Lo mismo
es válido para los elogios. "Si usted cree todas las cosas lindas
que la gente dice de usted, puede perderse en su rol y distorsionar su sentido
personal de identidad y autoimagen. Los aliados son personas que comparten sus
valores o su estrategia, pero también tienen otras lealtades y ataduras.
"Invéntese un santuario". Así llaman los autores a
cualquier lugar o actividad que proporcione un ancla y sostén. Puede
ser una caminata diaria, un lugar especial o una visita a un amigo. Cualquier
cosa que permita reflexión, renovación y reconexión con
el "yo" o con su objetivo. Quien vive en situación de estrés
permanente suele abandonar las cosas que le provocan paz y tranquilidad. Pero
esas son justamente las que aquí se consideran imprescindibles vías
de escape.
Extractado de
Leadership on the Line: Staying Alive though the Dangers of Leading
by Ronald A. Heifetz and Marty Linsky,
Harvard Business School Press, 2002.