martes, 10 de diciembre de 2024

La generación C ….reativa

spot_img

No es una nueva camada de jóvenes. El fenómeno de la “Generación C” abarca todo el “contenido” generado por los consumidores y que se acumula en la Web, agregando tera-peta bitios de nuevo texto, imágenes, audio y video en forma continuada.

La identificación de este nuevo grupo de consumidores – Generación C — corre por cuenta de Trendwatching.com, una asociación que cuenta con 7.000 especialistas que buscan, en Estados Unidos, Canadá, la Unión europea, Japón, Corea del Sur, India, Sudáfrica, Australia, Brasil y otros 50 países y regiones, la aparición de tendencias en el consumo que tienen que ver con nuevas ideas de negocios. Las observaciones globales de ese ejército de especialistas son luego analizadas para advertir tendencias en el consumo de los actuales pobladores del globo.
La C que sigue a la palabra generación corresponde, en primer lugar, a CONTENIDO, y no se refiere a una nueva camada de jóvenes sino que incluye a toda aquella persona que tenga por lo menos una pizca de talento creativo.

La hipótesis que elabora Trendwatching es que todos los seres humanos somos, por naturaleza, creativos; y que esa tendencia tiene ahora más que nunca la posibilidad de expresarse gracias a los artefactos que la tecnología nos pone al alcance. Hoy es fácil, por ejemplo, sacar una foto y ponerla en la Web; o escribir una opinión personal y publicarla en lugares donde queda a expuesta a millones de ojos. Y así los ejemplos se multiplican.

Hay dos grandes factores que alimentan esta tendencia: el primero es la urgencia creativa que, sin duda, poseemos todos los seres humanos. Todos somos naturalmente artistas, pero hasta ahora no teníamos ni el coraje ni los medios para dar rienda suelta a ese instinto. El segundo factor está formado por los fabricantes de herramientas para creación de contenido, que implacablemente nos empujan a crear usando sus aparatitos, cada vez más sofisticados y más baratos. En lugar de pedir a los consumidores que miren, escuchen o jueguen y así consumir pasivamente, se han largado a invitarlos a crear, producir y participar.

Algunos ejemplos:

Canon le dice a la gente que la fotografía digital profesional ya no es más para profesionales solamente, y Sony les habla a los “directores y productores de cine hogareño en DVD”.

También Vodafone, Orange, ATT, T-Mobile, O2, Sprint y NTT DoCoMos, todos tientan a los consumidores a gatillar desde sus teléfonos cámara, a subir a la web sus imágenes en páginas dedicadas de MMS. Se calcula que para 2008 se habrán vendido en el mundo unos 380 millones de teléfonos cámara en todo el mundo. Con la próxima aparición, ya a la vista, del primer teléfono de 1,3 mega-píxeles, el consiguiente diluvio de píxeles asumirá proporciones bíblicas.

Hewlett Packard está invirtiendo US$ 300 millones en una campaña que invitará a los consumidores a tomar fotos, compartirlas, enviarlas e imprimirlas. También los instará a publicar ensayos fotográficos en su página web.

Blogger ofrece la posibilidad de comunicación instantánea permitiendo al usuario publicar sus opiniones en la web cada vez que se le antoje. Y eso es exactamente lo que 5 millones de personas han hecho hasta ahora, y lo que otros varios millones harán muy pronto.

Otro ejemplo es lo que hace Xingtone.com, que permite a los consumidores componer sus propios ringtones, o Sony, que invita en noiseuptue suburbs.com a toda una generación de pioneros musicales a utilizar su software para hacer música.

A no equivocarse. Excelentes herramientas y cero talento equivale a contenido inservible. La Generación C seguirá creando montañas de basura que, en el mejor de los casos, sólo será apreciada por el círculo íntimo de amigos y familiares del creador respectivo. Cuando el material es valioso, sin embargo, sus creadores pueden venderlo a públicos de nicho y hasta algunos medios ansiosos por contenido original. Por eso, desde el punto de vista comercial y monetario, esta tendencia tiene algo para ofrecer a todo el mundo.

Los significados de la C

La C del título generacional, entonces, tendría por lo menos cuatro significados: creación de contenido y creatividad ya se explicaron. Otros son “control” y “celebridad”.

Control: además de la necesidad de ser creativo, el control es otra de las necesidades fundamentales del ser humano. Estar a cargo, ser dueño de su propio destino (o al menos la ilusión de controlar) es la meta de muchos. Si se conecta esto con la Generación C, vemos un giro del consumo liso y llano a la personalización y hasta la co-producción. Esto último – la co-producción – se da mucho en el mundo online. Por ejemplo, cuando Microsoft “invita a todo el mundo a bajar versiones beta de su software para testearlo y mejorarlo, o cuando una comunidad Google que se autodenomina “Lo que Google debería hacer” atrae a millones de personas que hacen sus sugerencias o aportes de contenido para que sean leídos por los empleados de Google.
C también podría querer decir “celebridad”. Casi todos soñamos con ser famosos, aunque sea por cinco minutos. Pero lo que ahora ha cambiado es que ha desaparecido el tiempo de espera para lograr ese momento: los miembros de la Generación C pueden producir, mostrar y distribuir a millones sus propias imágenes, sus “creaciones”, su contenido.

Oportunidades de negocios

Para sacar provecho de la Generación C, como profesional u organización, habrá que procurar no sólo dar a los consumidores los medios para crear y distribuir contenido sino también reconocer la profunda necesidad humana de controlar y de exponerse al ojo público. Usted podrá hacer participar a sus clientes en el diseño de sus productos y servicios, pedirles que le hagan llegar sus opiniones sobre sus procesos, permitirles personalizar la oferta que usted hace. Y sobre todo, nunca subestima la creativdad profundamente escondida en todos ellos. Hace apenas 10 años, la C en Generación C habría representado el Consumo. Las cosas cambiaron.
Adaptado y condensado de
Trendwatching.com
www.trendwatching.com

La identificación de este nuevo grupo de consumidores – Generación C — corre por cuenta de Trendwatching.com, una asociación que cuenta con 7.000 especialistas que buscan, en Estados Unidos, Canadá, la Unión europea, Japón, Corea del Sur, India, Sudáfrica, Australia, Brasil y otros 50 países y regiones, la aparición de tendencias en el consumo que tienen que ver con nuevas ideas de negocios. Las observaciones globales de ese ejército de especialistas son luego analizadas para advertir tendencias en el consumo de los actuales pobladores del globo.
La C que sigue a la palabra generación corresponde, en primer lugar, a CONTENIDO, y no se refiere a una nueva camada de jóvenes sino que incluye a toda aquella persona que tenga por lo menos una pizca de talento creativo.

La hipótesis que elabora Trendwatching es que todos los seres humanos somos, por naturaleza, creativos; y que esa tendencia tiene ahora más que nunca la posibilidad de expresarse gracias a los artefactos que la tecnología nos pone al alcance. Hoy es fácil, por ejemplo, sacar una foto y ponerla en la Web; o escribir una opinión personal y publicarla en lugares donde queda a expuesta a millones de ojos. Y así los ejemplos se multiplican.

Hay dos grandes factores que alimentan esta tendencia: el primero es la urgencia creativa que, sin duda, poseemos todos los seres humanos. Todos somos naturalmente artistas, pero hasta ahora no teníamos ni el coraje ni los medios para dar rienda suelta a ese instinto. El segundo factor está formado por los fabricantes de herramientas para creación de contenido, que implacablemente nos empujan a crear usando sus aparatitos, cada vez más sofisticados y más baratos. En lugar de pedir a los consumidores que miren, escuchen o jueguen y así consumir pasivamente, se han largado a invitarlos a crear, producir y participar.

Algunos ejemplos:

Canon le dice a la gente que la fotografía digital profesional ya no es más para profesionales solamente, y Sony les habla a los “directores y productores de cine hogareño en DVD”.

También Vodafone, Orange, ATT, T-Mobile, O2, Sprint y NTT DoCoMos, todos tientan a los consumidores a gatillar desde sus teléfonos cámara, a subir a la web sus imágenes en páginas dedicadas de MMS. Se calcula que para 2008 se habrán vendido en el mundo unos 380 millones de teléfonos cámara en todo el mundo. Con la próxima aparición, ya a la vista, del primer teléfono de 1,3 mega-píxeles, el consiguiente diluvio de píxeles asumirá proporciones bíblicas.

Hewlett Packard está invirtiendo US$ 300 millones en una campaña que invitará a los consumidores a tomar fotos, compartirlas, enviarlas e imprimirlas. También los instará a publicar ensayos fotográficos en su página web.

Blogger ofrece la posibilidad de comunicación instantánea permitiendo al usuario publicar sus opiniones en la web cada vez que se le antoje. Y eso es exactamente lo que 5 millones de personas han hecho hasta ahora, y lo que otros varios millones harán muy pronto.

Otro ejemplo es lo que hace Xingtone.com, que permite a los consumidores componer sus propios ringtones, o Sony, que invita en noiseuptue suburbs.com a toda una generación de pioneros musicales a utilizar su software para hacer música.

A no equivocarse. Excelentes herramientas y cero talento equivale a contenido inservible. La Generación C seguirá creando montañas de basura que, en el mejor de los casos, sólo será apreciada por el círculo íntimo de amigos y familiares del creador respectivo. Cuando el material es valioso, sin embargo, sus creadores pueden venderlo a públicos de nicho y hasta algunos medios ansiosos por contenido original. Por eso, desde el punto de vista comercial y monetario, esta tendencia tiene algo para ofrecer a todo el mundo.

Los significados de la C

La C del título generacional, entonces, tendría por lo menos cuatro significados: creación de contenido y creatividad ya se explicaron. Otros son “control” y “celebridad”.

Control: además de la necesidad de ser creativo, el control es otra de las necesidades fundamentales del ser humano. Estar a cargo, ser dueño de su propio destino (o al menos la ilusión de controlar) es la meta de muchos. Si se conecta esto con la Generación C, vemos un giro del consumo liso y llano a la personalización y hasta la co-producción. Esto último – la co-producción – se da mucho en el mundo online. Por ejemplo, cuando Microsoft “invita a todo el mundo a bajar versiones beta de su software para testearlo y mejorarlo, o cuando una comunidad Google que se autodenomina “Lo que Google debería hacer” atrae a millones de personas que hacen sus sugerencias o aportes de contenido para que sean leídos por los empleados de Google.
C también podría querer decir “celebridad”. Casi todos soñamos con ser famosos, aunque sea por cinco minutos. Pero lo que ahora ha cambiado es que ha desaparecido el tiempo de espera para lograr ese momento: los miembros de la Generación C pueden producir, mostrar y distribuir a millones sus propias imágenes, sus “creaciones”, su contenido.

Oportunidades de negocios

Para sacar provecho de la Generación C, como profesional u organización, habrá que procurar no sólo dar a los consumidores los medios para crear y distribuir contenido sino también reconocer la profunda necesidad humana de controlar y de exponerse al ojo público. Usted podrá hacer participar a sus clientes en el diseño de sus productos y servicios, pedirles que le hagan llegar sus opiniones sobre sus procesos, permitirles personalizar la oferta que usted hace. Y sobre todo, nunca subestima la creativdad profundamente escondida en todos ellos. Hace apenas 10 años, la C en Generación C habría representado el Consumo. Las cosas cambiaron.
Adaptado y condensado de
Trendwatching.com
www.trendwatching.com

Compartir:

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

Noticias

CONTENIDO RELACIONADO