<p>Están los reales y los falsos. Los innovadores de verdad no se distinguen fácilmente de los falsos en conversaciones: son maestros del engaño y, al oído inexperto, suenan como innovadores reales, personas que entienden que detrás del éxito de cualquier empresa hay un grupo de visionarios que intentan crear el futuro.</p>
<p>Los CEOs que están a la cabeza de esas empresas no son falsos profetas sino personas que invierten mucho tiempo, alrededor de cuatro meses al año, tratando de innovar dentro de sus propias compañías. Steve Jobs es el caso más ilustrativo: su segundo “reinado” en Apple supo ser una de las décadas más productivas en la historia de cualquier organización. El éxito de dispositivos como el iTunes, iPod, iPad y iPhone es que Jobs había estado, durante 15 años, viviendo una vida dedicada a la innovación. No le molestaba hacer preguntas provocativas, observaciones punzantes o dialogar con personas de diferentes industrias. Su objetivo era encontrar una idea original para crear un producto diferente, que haga la diferencia y conecte a las personas de una manera nueva.</p>
<p>Otros directores ejecutivos exitosos siguen esta receta. No instruyen a otros para que la innovación nazca de la base de la pirámide sino que invierten su propio tiempo en innovar. Estudios recientes demostraron que no se puede tener un equipo innovador sin un líder que también lo sea. Los inversionistas, que buscan un retorno en el tiempo, responden bien a esta clase de cultura corporativa porque entienden que la innovación producirá los productos y servicios del mañana.</p>
<p>Con su muerte la formula de Steve Jobs que llevó a Apple a la cima del sector podría desaparecer. Tim Cook, su sucesor, ha admitido en diversas ocasiones que no está muy involucrado en la parte creativa de la empresa. El jefe de diseñadores Jony Ive – a quien, por su creatividad, Walter Isaacson dedica un capítulo entero en la biografía del fundador de Apple- será quien lo reemplace en ese sentido. Pero solo el tiempo dirá qué tan innovadores serán los productos de Apple sin Jobs. Un año es poco tiempo para cualquier análisis.</p>
<p>¿Cómo reconocer a un innovador de pura cepa de, los vendedores de espejitos de colores? Los verdaderos no hablan, hacen. Elijen personalmente los problemas que importan, por los que sienten pasión, y empiezan a hacer preguntas a las personas que saben. Arman prototipos, buscan soluciones. Saben, como Jobs, que hasta los problemas más complejos pueden resolverse con persistencia y una mente abierta de cara al futuro.</p>
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La clave del éxito: CEOs que creen en la innovación
Detrás de las empresas más exitosas hay directores ejecutivos que impulsan la innovación como parte del ADN de la empresa.