martes, 10 de diciembre de 2024

Hostels que funcionan como incubadoras de emprendedores

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La nueva tendencia, que se está dando en ciudades del oeste de Estados Unidos, es hospedarse en residencias baratas pero tecnológicamente propicias. En esas habitaciones viven los próximos grandes emprendedores de tecnología.

<p>Los <em>hostels techie</em> no tienen nada de especial. Son edificios como cualquier otro, un poco viejos, un poco abandonados por sus inquilinos. Pero tienen una particularidad: all&iacute; se hospedan, mayoritariamente, hombres de 20 a&ntilde;os que quieren entrar en el negocio de la tecnolog&iacute;a impulsando grandes ideas.</p>
<p>Las condiciones de vida en esos reductos &ndash; donde pueden llegar a vivir m&aacute;s de 10 personas por habitaci&oacute;n- se parecen a las de los inmigrantes de anta&ntilde;o: hacinamiento, poca higiene, amoblamiento barato. Comparten con aquellos inmigrantes la idea de &ldquo;hacerse la Am&eacute;rica&rdquo; pero 2.0: quieren triunfar en Silicon Valley.</p>
<p>Se los llama &ldquo;<em>hacker hostels</em>&rdquo;, aunque en este caso &ldquo;<em>hacker</em>&rdquo; tiene un sentido positivo: son techies, emprendedores, que buscan vivir en ambientes donde la creatividad y la innovaci&oacute;n sean moneda corriente. Desarrolladores del sector inmobiliario advirtieron la oportunidad de crear residencias donde programadores, dise&ntilde;adores y cient&iacute;ficos pueden trabajar, comer y dormir. El precio no es bajo &ndash; US$ 40 la noche es casi tan caro como alquilar un departamento- pero se hospedan ah&iacute; por la camarader&iacute;a y las ideas.</p>
<p>No cualquiera puede compartir estos espacios. Para entrar al grupo se toman ex&aacute;menes rigurosos para averiguar si son la clase de inquilinos tech que pueden aportar algo al grupo. Para estas personas la llegada de un nuevo miembro no es poca cosa: la estimulaci&oacute;n intelectual que se obtiene viviendo en estos lugares casi no tiene paralelo; casi como vivir en un campus acad&eacute;mico del estilo en el que Zuckerberg pens&oacute; por primera vez Facebook.</p>
<p>Esta idea de vivir con gente con el mismo nivel de obsesi&oacute;n por la tecnolog&iacute;a no es nueva. Los techies lo vienen haciendo desde los a&ntilde;os 60. En Stanford, por ejemplo, el laboratorio de inteligencia artificial ten&iacute;a un &aacute;tico donde los cient&iacute;ficos pod&iacute;an dormir, desesperados por conseguir un turno para trabajar en la s&uacute;per computadora de aquellos a&ntilde;os. Algo parecido suced&iacute;a en MIT.</p>
<p>Empresas como Airbnb contribuyen a extender este concepto en la web. Alquilan habitaciones para &ldquo;<em>hackers</em>&rdquo; en San Francisco. En cada una de las casas hay un &ldquo;capit&aacute;n&rdquo; que elige a los postulantes. Una vez confirmados como los nuevos habitantes, se les da una almohada, s&aacute;banas y una toalla. Ocasionalmente entra entre las obligaciones del capit&aacute;n cocinar para todos. A cambio de estos servicios esta persona no paga alquiler.</p>
<p>Los <em>hackers </em>descubren r&aacute;pidamente que &ldquo;a los <em>nerds</em> les gusta juntarse con otros <em>nerds</em>&rdquo;. Las casas hackers est&aacute;n orientadas a personas que quieran crear startups, sitios web o aplicaciones. All&iacute; encuentran compa&ntilde;eros ideales para perfeccionar ideas o practicar discursos ante inversionistas: el otro est&aacute; experimentando exactamente lo mismo, por lo tanto, puede ayudar con un consejo.</p>
<p>El concepto de casa hacker se volvi&oacute; tan popular que otras ramas de la ciencia copiaron el modelo. Hay casas &ldquo;cient&iacute;ficas&rdquo; orientadas, por ejemplo, a la biolog&iacute;a, donde se discuten ensayos o se habla de lo &uacute;ltimo en biolog&iacute;a molecular. All&iacute; las plantas tienen un uso m&aacute;s importante que el decorativo.</p>
<p>Esas casas son de alojamiento temporal: algunos se quedan unos d&iacute;as, otros un par de meses. En todos los casos la energ&iacute;a creativa ayud&oacute; a generar emprendimientos y puestos de trabajo. El negocio de alojar a j&oacute;venes ambiciosos es un buen negocio para todos.</p>

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