martes, 3 de diciembre de 2024

Hay líderes y líderes

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Hace mucho tiempo que  la noción de Liderazgo está de moda. El tema es inacabable, porque la combinación de características personales y contexto, da un número casi infinito de estilos en la manera de liderar.

Sin embargo, y haciendo un gran esfuerzo de síntesis podríamos decir que la incidencia de esas variantes internas y externas permiten trazar cuatro perfiles con atributos distintivos y ejemplos muy claros.

 

Liderazgo Resilente

Este tipo de líderes aparece en contextos recesivos, hostiles o negativos. Resistir implica desarrollar actitudes para vencer las adversidades y no resignarse. Implica disponer de recursos para hacer frente al conformismo, el desánimo y la dimisión, y ser capaces de forjar un comportamiento vital y positivo pese a las dificultades.

Un buen ejemplo de políticos que supieron sobreponerse a situaciones difíciles, son Daniel Scioli, Luiz Inácio “Lula” Da Silva o Gabriela Michetti. También, líderes como Margarita Verón, quien hizo de la dolorosa pérdida de su hija una causa a favor de muchísimas mujeres en situaciones de riesgo. En este tipo de ejemplos rige la máxima “lo que no mata, fortalece”.

 

Liderazgo adaptativo

Probablemente se trate del perfil que más cuesta clasificar. Comprende personas de conducta adaptativa, las cuales, no por falta de voluntad sino por las condiciones de un determinado contexto, no cambian sustancialmente el ámbito sino trabajan para adecuar las pautas de comportamiento y las estructuras organizativas al nuevo status quo. 

En estos casos, el liderazgo puede funcionar o no. Para el primer caso, bien vale Tim Cook, quien en 2011 sucedió a al mítico Steve Jobs al frente de Apple. Para el segundo, podría pensarse en el Director Técnico Gerardo Martino que, haciéndose cargo de un plantel ultra triunfador como el del Barcelona, no pudo llevarlo a buen puerto.

 

Liderazgo emprendedor

La anticipación es una virtud propia de “emprendedores”; adelantarse a los acontecimientos porque ha surgido una oportunidad. El líder emprendedor prevé qué va a suceder y qué oportunidades van a surgir. Por ende, prepara las velas del barco y redefine el rumbo porque intuye de dónde va a sopar el viento.

Buenos ejemplos de ello: Sergio Massa en el terreno de la política (el primer adelantado dentro del peronismo en sacar los pies del plato K); Sergio “Maravilla” Martínez (que decidió emigrar a España cuando aquí no encontraba destino deportivo); o Juan Carr (precursor de la solidaridad como modelo de gestión).

 

Liderazgo transformacional

Aquí y ahora, el líder transformador es dueño del cambio, los tiempos y la dirección a seguir. No solo ve oportunidades de cambio, sino que es timón y motor del propio cambio.

La clave del líder es comunicarse de adentro hacia afuera, no importa cómo lo vaya a hacer, tanto como las razones para hacerlo. Dos preguntas clave, siempre inspiradoras que en ellos encuentran frecuentemente respuestas: Qué y Por Qué.

Nuestro Papa Francisco y el creador y CEO de Facebook, Marck Zuckerberg, son buenos modelos a escala mundial de esta clase de líderes.

 

Claramente hay líderes y líderes, y las circunstancias personales y de coyuntura juegan un papel importante en el desarrollo de estos perfiles. Mirando a trasluz esta radiografía, solo cabría preguntar: ¿En cuál de las cuatro opciones se encuentra uno, a cuál le gustaría llegar y, sobre todo, qué está dispuesto a hacer para lograrlo?

 

Por ALE RODRIGUEZ

Consultora en Estrategias y Servicios de Coaching político, dirigencial y empresario.

 

 

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