Una vez descubiertas sus propias competencias centrales, las empresas deben innovar a partir de allí. El primer paso es mezclar esas competencias con otras para buscar la innovación “metanacional”, que no es otra cosa que una recombinación de saberes dispares. El mundo, dijo, es un reservorio de ideas. La innovación está en descubrir esas ideas y combinarlas de mil maneras diferentes.
Recomendó a su público la importancia de diseñar “ideas a contracorriente”, explicando que los revolucionarios nunca acatan las reglas imperantes. Los revolucionarios, los innovadores, los “diferentes”, siempre nadan contra la corriente.
El paradigma hoy no es sólo la optimización, sino crear empresas que sean, simultáneamente, modelos de eficiencia y de innovación. Y en esta revolución que estamos viviendo, la innovación será, cada vez más, producto de alianzas cuyo objetivo será juntar y combinar competencias dispares.
Una vez descubiertas sus propias competencias centrales, las empresas deben innovar a partir de allí. El primer paso es mezclar esas competencias con otras para buscar la innovación “metanacional”, que no es otra cosa que una recombinación de saberes dispares. El mundo, dijo, es un reservorio de ideas. La innovación está en descubrir esas ideas y combinarlas de mil maneras diferentes.
Recomendó a su público la importancia de diseñar “ideas a contracorriente”, explicando que los revolucionarios nunca acatan las reglas imperantes. Los revolucionarios, los innovadores, los “diferentes”, siempre nadan contra la corriente.
El paradigma hoy no es sólo la optimización, sino crear empresas que sean, simultáneamente, modelos de eficiencia y de innovación. Y en esta revolución que estamos viviendo, la innovación será, cada vez más, producto de alianzas cuyo objetivo será juntar y combinar competencias dispares.