El tribunal decidió que el banco ayudó a sus clientes adinerados a evadir impuestos. Por lo tanto le ordena pagar US$ 5.100 millones y lo declara culpable de lavado de dinero y de acceder a pedidos ilegales de sus clientes.
Las acciones del UBS cayeron abrupamente luego del anuncio y cotizaban en Suiza 4,2% por debajo de su nivel. Las multas son equivalentes a las ganancias netas del banco en 2018.
El banco ha anunciado que hará una declaración pública en cuanto le sea posible y que la fiscalía no tiene evidencias.