Worthington -miembro del departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad Nacional Australiana y reconocido partícipe de los logros académicos en tecnología informática de Australia- presentó un panorama poco alentador.
“Para empezar, se detuvo el desarrollo de tecnologías de teléfonos móviles de tercera generación de alta velocidad. El WAP (Wireless Application Protocol) no tuvo éxito comercial y, además, la próxima generación de teléfonos 3G apunta a los videos, lo que ya está considerado un fracaso para las redes de cableado”, destacó.
Como alternativa de los productos poco ingeniosos que ofrecen las empresas de telefonía móvil, el consultor sugirió algunas otras opciones interesantes, por ejemplo, proporcionar acceso Web a personas discapacitadas.
“Una nueva generación de dispositivos Web inalámbricos inteligentes puede prestar un buen servicio mediante el uso del ancho de banda existente de los teléfonos celulares y la simple adaptación de los actuales estándares Web”, agregó.
Las empresas australianas se beneficiarían si los académicos locales realizaran investigaciones en esta área, subrayó.
Worthington -miembro del departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad Nacional Australiana y reconocido partícipe de los logros académicos en tecnología informática de Australia- presentó un panorama poco alentador.
“Para empezar, se detuvo el desarrollo de tecnologías de teléfonos móviles de tercera generación de alta velocidad. El WAP (Wireless Application Protocol) no tuvo éxito comercial y, además, la próxima generación de teléfonos 3G apunta a los videos, lo que ya está considerado un fracaso para las redes de cableado”, destacó.
Como alternativa de los productos poco ingeniosos que ofrecen las empresas de telefonía móvil, el consultor sugirió algunas otras opciones interesantes, por ejemplo, proporcionar acceso Web a personas discapacitadas.
“Una nueva generación de dispositivos Web inalámbricos inteligentes puede prestar un buen servicio mediante el uso del ancho de banda existente de los teléfonos celulares y la simple adaptación de los actuales estándares Web”, agregó.
Las empresas australianas se beneficiarían si los académicos locales realizaran investigaciones en esta área, subrayó.