En entornos así de exclusivos, los congregados se sienten apreciados y merecedores de algo más que una presentación en Power Point. El día puede comenzar con un desayuno a la carta, luego seguir con una reunión en un living con chimenea, o la opción de retirarse a pensar a orillas del mar, o a descansar en el hidromasaje y dormir en colchón de plumas.
El hotel pequeño, o posada, son ideales para un grupo de 50 a 60 personas, cuando el organizador quiere dejar un recuerdo distinto y memorable. En un hotel grande, ese tamaño de grupo podría perderse en un salón demasiado espacioso o estéril. Y además, un competidor podría enterarse de la reunión, espiar desde afuera o interceptar a un participante en un corredor.
Por todo eso, los hoteles boutique se están promocionando como el lugar ideal para reuniones chicas organizadas tanto por grandes compañías como por pequeñas y medianas. A veces el objetivo puede ser simplemente no ser vistos por competidores o por el público.
Como este tipo de lugares, por su limitado espacio no pueden acomodar a los cientos de personas invitadas a conferencias y otro tipo de reuniones de negocios, no presentan competencia directa a cadenas como Marriott y Ritz-Carlton, con grandes espacios y posibilidad de dar de comer a enormes grupos de personas en poco tiempo. Pero al revés sí hay competencia: las grandes cadenas se están promocionando también para reuniones chicas, y en algunos casos corren con la ventaja de su ubicación, por lo general mucho más a mano para las empresas.
En entornos así de exclusivos, los congregados se sienten apreciados y merecedores de algo más que una presentación en Power Point. El día puede comenzar con un desayuno a la carta, luego seguir con una reunión en un living con chimenea, o la opción de retirarse a pensar a orillas del mar, o a descansar en el hidromasaje y dormir en colchón de plumas.
El hotel pequeño, o posada, son ideales para un grupo de 50 a 60 personas, cuando el organizador quiere dejar un recuerdo distinto y memorable. En un hotel grande, ese tamaño de grupo podría perderse en un salón demasiado espacioso o estéril. Y además, un competidor podría enterarse de la reunión, espiar desde afuera o interceptar a un participante en un corredor.
Por todo eso, los hoteles boutique se están promocionando como el lugar ideal para reuniones chicas organizadas tanto por grandes compañías como por pequeñas y medianas. A veces el objetivo puede ser simplemente no ser vistos por competidores o por el público.
Como este tipo de lugares, por su limitado espacio no pueden acomodar a los cientos de personas invitadas a conferencias y otro tipo de reuniones de negocios, no presentan competencia directa a cadenas como Marriott y Ritz-Carlton, con grandes espacios y posibilidad de dar de comer a enormes grupos de personas en poco tiempo. Pero al revés sí hay competencia: las grandes cadenas se están promocionando también para reuniones chicas, y en algunos casos corren con la ventaja de su ubicación, por lo general mucho más a mano para las empresas.