Por Patricio Cavalli
Se conocerán pronto, posiblemente en unos meses. Son fusiones y movimientos
de empresas relacionadas con el mercado del marketing, la publicidad y los medios.
No se sabe si serán tranquilas y sinérgicas; o conflictivas y
despiadadas.
Es posible que dejen un tendal de profesionales en las calles.
Profesionales que luego, con toda lógica, se sumen a la ya "atomizada"
sobreoferta de servicios de marketing, que hace que los anunciantes consigan
servicios a cada vez menor costo.
Atentando esto último, contra la rentabilidad de las empresas de servicios
de comunicaciones de marketing, que luego deben fusionarse, adquirirse, reducirse
y demás términos del management, simplemente porque los números
no les cierran.
Y no cierran porque cada vez les resulta más caro generar los servicios
que los anunciantes les exigen, aunque luego atomizan su cartera de servicios
entre varios proveedores, a los que rara vez tratan de socios.
Las fusiones por venir, de confirmarse, sacarán del mercado a algunos
de los profesionales más interesantes del sector; y destruirán
a algunas de las organizaciones que más han hecho por sacarlo delante
de su soberana crisis y por agremiarlo para defender sus intereses.
No pretendo ser agorero, catastrofista ni melodramático. Pero no se
vivirán horas fáciles en los meses futuros.
Por Patricio Cavalli
Se conocerán pronto, posiblemente en unos meses. Son fusiones y movimientos
de empresas relacionadas con el mercado del marketing, la publicidad y los medios.
No se sabe si serán tranquilas y sinérgicas; o conflictivas y
despiadadas.
Es posible que dejen un tendal de profesionales en las calles.
Profesionales que luego, con toda lógica, se sumen a la ya "atomizada"
sobreoferta de servicios de marketing, que hace que los anunciantes consigan
servicios a cada vez menor costo.
Atentando esto último, contra la rentabilidad de las empresas de servicios
de comunicaciones de marketing, que luego deben fusionarse, adquirirse, reducirse
y demás términos del management, simplemente porque los números
no les cierran.
Y no cierran porque cada vez les resulta más caro generar los servicios
que los anunciantes les exigen, aunque luego atomizan su cartera de servicios
entre varios proveedores, a los que rara vez tratan de socios.
Las fusiones por venir, de confirmarse, sacarán del mercado a algunos
de los profesionales más interesantes del sector; y destruirán
a algunas de las organizaciones que más han hecho por sacarlo delante
de su soberana crisis y por agremiarlo para defender sus intereses.
No pretendo ser agorero, catastrofista ni melodramático. Pero no se
vivirán horas fáciles en los meses futuros.