Cosmética masculina, más que un boom

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Para especialistas y protagonistas de la actividad, ésta se ha convertido en un atractivo mercado que, en 2005, superó en 100% el crecimiento del segmento femenino. El cambio en los hábitos de los hombres obligó a ampliar la oferta de productos.

El cuidado personal ha sido un importante indicador de sofisticación para
los hombres de la gran ciudad, nada más ni nada menos que desde el Renacimiento.
Del definido dandy de principios del siglo XX, prototipo de hombre elegante
y mundano, se arriba -con el nuevo milenio- a la época del metrosexual;
un modelo de hombre que, a diferencia de su antecesor de la Belle Epoque, tiene
al trabajo como medio de subsistencia.

“Los metrosexuales son hombres jóvenes y con dinero, residentes
en una metrópoli, que se tienen a sí mismos como principal objeto
de deseo. Y como prototipo más evidente, ahí tenemos a Beckham”,
define el escritor inglés Mark Simpson, responsable de la aparición
de este peculiar término, que a mediados de los años ´90 dio que
hablar a media prensa internacional.

Lo cierto es que, diez años después, resulta difícil confirmar
si la “metrosexualidad” define realmente el comportamiento del ciudadano
joven medio, o sólo el de unos pocos excéntricos. Sin embargo, en
tanto estereotipo y exageración mediatizada hay algo de verdad; las cifras
confirman que los hombres gastan cada vez más dinero en el cuidado personal
y específicamente en el de su rostro.

Según un informe de Datamonitors, cada ciudadano varón gasta anualmente,
en productos de estética 100 euros en Francia, 74 euros en Alemania, 67
euros en Inglaterra y 88 dólares en EE.UU. Si bien en la Argentina todavía
no se ha realizado tal medición, los datos de la Cámara Argentina
de la Industria de Cosmética y Perfumería (CAPA), confirman que
en nuestro país la tendencia se mantiene en franca suba desde hace tres
años.

El récord de facturación del segmento se observó en el último
registro anual, con un aumento de 14% y en lo que va de 2006 se aprecia un incremento
de 4,4% respecto del primer bimestre de 2005. Entre los productos más vendidos
están los perfumes, desodorantes, geles y tinturas de pelo, blanqueadores
dentales, tónicos after shave y últimamente los que se ubican en
una nueva categoría: la cosmética masculina -cremas, geles y espumas
con fórmulas descongestivas, hidratantes, anti-age, reafirmantes y autobronceantes-.

Nuevos estímulos

Algunas de las razones que ilustran más de cerca los cambios en los hábitos
de los argentinos, se evidencian en la encuesta encargada por L´Oréal
-quien lidera el segmento en nuestro país- a la agencia D´Alessio Irol.
El estudio se dirigió a 835 hombres mayores de 24 años, de NSE
medio alto y C1 y las respuestas mostraron estímulos muy similares a
los recogidos en otros países del mundo: El sentirse o lucir mejor, además
de ser evaluado como saludable, es considerado un factor importante para el
desarrollo laboral (83%), la relación con la pareja (90%), la relación
con los hijos (65%). También mostró que aquellos que dedican más
tiempo por día a su cuidado personal son los hombres de 25 a 35 y los
de 48 a 59 años. Un dato que sorprende es que 81% de los hombres admiten
comprar personalmente los productos para su piel y sólo 19% se lo pide
a la pareja.

Finalmente los temas que más preocupan a los hombres argentinos en cuanto
a su estética son: las arrugas en el rostro, la flaccidez en el abdomen,
la hidratación de la piel, las impurezas del rostro y las bolsas y ojeras.

“Hoy los hombres somos más conscientes de que podemos cuidarnos
y mantener una imagen sana por más tiempo -apunta Héctor Aldegheri,
director de marca de Biotherm para L´Oréal Argentina-. Por otra parte,
el desarrollo tecnológico permite que los efectos reparadores de los
productos puedan apreciarse muy rápidamente. Creo que estos dos factores
juntos, hacen que en este momento la demanda sea importante. La línea
de hombres superó en 2005 el crecimiento anual promedio de la marca y
en este momento representa 20% de las ventas del total Biotherm.”

Por Valeria Melon

El cuidado personal ha sido un importante indicador de sofisticación para
los hombres de la gran ciudad, nada más ni nada menos que desde el Renacimiento.
Del definido dandy de principios del siglo XX, prototipo de hombre elegante
y mundano, se arriba -con el nuevo milenio- a la época del metrosexual;
un modelo de hombre que, a diferencia de su antecesor de la Belle Epoque, tiene
al trabajo como medio de subsistencia.

“Los metrosexuales son hombres jóvenes y con dinero, residentes
en una metrópoli, que se tienen a sí mismos como principal objeto
de deseo. Y como prototipo más evidente, ahí tenemos a Beckham”,
define el escritor inglés Mark Simpson, responsable de la aparición
de este peculiar término, que a mediados de los años ´90 dio que
hablar a media prensa internacional.

Lo cierto es que, diez años después, resulta difícil confirmar
si la “metrosexualidad” define realmente el comportamiento del ciudadano
joven medio, o sólo el de unos pocos excéntricos. Sin embargo, en
tanto estereotipo y exageración mediatizada hay algo de verdad; las cifras
confirman que los hombres gastan cada vez más dinero en el cuidado personal
y específicamente en el de su rostro.

Según un informe de Datamonitors, cada ciudadano varón gasta anualmente,
en productos de estética 100 euros en Francia, 74 euros en Alemania, 67
euros en Inglaterra y 88 dólares en EE.UU. Si bien en la Argentina todavía
no se ha realizado tal medición, los datos de la Cámara Argentina
de la Industria de Cosmética y Perfumería (CAPA), confirman que
en nuestro país la tendencia se mantiene en franca suba desde hace tres
años.

El récord de facturación del segmento se observó en el último
registro anual, con un aumento de 14% y en lo que va de 2006 se aprecia un incremento
de 4,4% respecto del primer bimestre de 2005. Entre los productos más vendidos
están los perfumes, desodorantes, geles y tinturas de pelo, blanqueadores
dentales, tónicos after shave y últimamente los que se ubican en
una nueva categoría: la cosmética masculina -cremas, geles y espumas
con fórmulas descongestivas, hidratantes, anti-age, reafirmantes y autobronceantes-.

Nuevos estímulos

Algunas de las razones que ilustran más de cerca los cambios en los hábitos
de los argentinos, se evidencian en la encuesta encargada por L´Oréal
-quien lidera el segmento en nuestro país- a la agencia D´Alessio Irol.
El estudio se dirigió a 835 hombres mayores de 24 años, de NSE
medio alto y C1 y las respuestas mostraron estímulos muy similares a
los recogidos en otros países del mundo: El sentirse o lucir mejor, además
de ser evaluado como saludable, es considerado un factor importante para el
desarrollo laboral (83%), la relación con la pareja (90%), la relación
con los hijos (65%). También mostró que aquellos que dedican más
tiempo por día a su cuidado personal son los hombres de 25 a 35 y los
de 48 a 59 años. Un dato que sorprende es que 81% de los hombres admiten
comprar personalmente los productos para su piel y sólo 19% se lo pide
a la pareja.

Finalmente los temas que más preocupan a los hombres argentinos en cuanto
a su estética son: las arrugas en el rostro, la flaccidez en el abdomen,
la hidratación de la piel, las impurezas del rostro y las bolsas y ojeras.

“Hoy los hombres somos más conscientes de que podemos cuidarnos
y mantener una imagen sana por más tiempo -apunta Héctor Aldegheri,
director de marca de Biotherm para L´Oréal Argentina-. Por otra parte,
el desarrollo tecnológico permite que los efectos reparadores de los
productos puedan apreciarse muy rápidamente. Creo que estos dos factores
juntos, hacen que en este momento la demanda sea importante. La línea
de hombres superó en 2005 el crecimiento anual promedio de la marca y
en este momento representa 20% de las ventas del total Biotherm.”

Por Valeria Melon

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