Pero ahora el gobierno está invitando a las empresas más grandes del país a que vendan en el extranjero productos con marca. Muchos, además, tienen buenas razones para intentar instalar marcas en los países desarrollados. ¿Por qué? El mercado nacional es brutalmente competitivo y constantemente aplica presiones sobre precios y productos de marca. Además, los mercados extranjeros obligan a las empresas a innovar y mejorar alejándolas así de su imagen de productoras de productos baratos.
Algunas empresas chinas ya instalaron una presencia de marca en los mercados emergentes con productos tales como electrodomésticos, electrónica hogareña y ciclomotores. El paso siguiente será incursionar en los mercados desarrollados, un proceso que ya ha comenzado con electrodomésticos y pequeños artefactos electrónicos. Haier, el mayor fabricante de electrodomésticos, está vendiendo en Estados Unidos heladeras pequeñas con su propio nombre y, con respecto heladeras tamaño estándar, tiene el ambicioso proyecto de conquistar 10% del mercado en ese país para 2005. Para eso tendrá que vender 500.000 unidades al año.
Por su parte, Legend, el mayor fabricante de computadoras, ya sacó Lenovo, la marca global con que busca posicionarse en su expansión al extranjero. La empresa electrónica SVA ( con sede en Shanghai) vende con su marca televisores de plasma en las cadenas minoristas de Estados Unidos.
Falta ver si esas empresas tienen lo que hace falta para vender rentablemente productos de marca en mercados como Estados Unidos, Europa y Japón. Analistas de McKinsey creen que todavía les falta mucho. En su interpretación, crear y sostener marcas en los mercados desarrollados es un proceso complejo, caro e incierto. El mayor obstáculo es la falta de habilidades de marketing que tienen los fabricantes chinos. A Japón y Surcorea les llevó años y mucho dinero instalar en el extranjero sus marcas de productos electrónicos.
Las empresas chinas ya demostraron que pueden producir con precios competitivos, productos de alta calidad. Les falta demostrar que pueden desarrollar estrategias de marketing para sus productos de marca.
Pero ahora el gobierno está invitando a las empresas más grandes del país a que vendan en el extranjero productos con marca. Muchos, además, tienen buenas razones para intentar instalar marcas en los países desarrollados. ¿Por qué? El mercado nacional es brutalmente competitivo y constantemente aplica presiones sobre precios y productos de marca. Además, los mercados extranjeros obligan a las empresas a innovar y mejorar alejándolas así de su imagen de productoras de productos baratos.
Algunas empresas chinas ya instalaron una presencia de marca en los mercados emergentes con productos tales como electrodomésticos, electrónica hogareña y ciclomotores. El paso siguiente será incursionar en los mercados desarrollados, un proceso que ya ha comenzado con electrodomésticos y pequeños artefactos electrónicos. Haier, el mayor fabricante de electrodomésticos, está vendiendo en Estados Unidos heladeras pequeñas con su propio nombre y, con respecto heladeras tamaño estándar, tiene el ambicioso proyecto de conquistar 10% del mercado en ese país para 2005. Para eso tendrá que vender 500.000 unidades al año.
Por su parte, Legend, el mayor fabricante de computadoras, ya sacó Lenovo, la marca global con que busca posicionarse en su expansión al extranjero. La empresa electrónica SVA ( con sede en Shanghai) vende con su marca televisores de plasma en las cadenas minoristas de Estados Unidos.
Falta ver si esas empresas tienen lo que hace falta para vender rentablemente productos de marca en mercados como Estados Unidos, Europa y Japón. Analistas de McKinsey creen que todavía les falta mucho. En su interpretación, crear y sostener marcas en los mercados desarrollados es un proceso complejo, caro e incierto. El mayor obstáculo es la falta de habilidades de marketing que tienen los fabricantes chinos. A Japón y Surcorea les llevó años y mucho dinero instalar en el extranjero sus marcas de productos electrónicos.
Las empresas chinas ya demostraron que pueden producir con precios competitivos, productos de alta calidad. Les falta demostrar que pueden desarrollar estrategias de marketing para sus productos de marca.