El pequeño que cumplía, en 1955, el sueño de miles de alemanes que añoraban llegar a la motorización propia. Además de un precio muy accesible, ofrecía un costo operativo extremadamente austero; el fisco, por ejemplo, gravaba al “huevo-móvil” con 44 marcos al año, menos de lo que la municipalidad cobraba por la tenencia de un perro.
En 1957 registra su apogeo cuando se vendieron casi 40.000 unidades. Se dejó de fabricar en 1962, logrando una producción total de 161.728 unidades.
El pequeño que cumplía, en 1955, el sueño de miles de alemanes que añoraban llegar a la motorización propia. Además de un precio muy accesible, ofrecía un costo operativo extremadamente austero; el fisco, por ejemplo, gravaba al “huevo-móvil” con 44 marcos al año, menos de lo que la municipalidad cobraba por la tenencia de un perro.
En 1957 registra su apogeo cuando se vendieron casi 40.000 unidades. Se dejó de fabricar en 1962, logrando una producción total de 161.728 unidades.