Viacom: una compañía al garete por conflictos familiares

Los choques entre Sumner Redstone, que preside el directorio de Viacom, y Shari, su hija, ponen en tela de juicio el futuro del imperio mediático. Como se ve, el clan Murdoch no es el único con internas borrascosas.

25 julio, 2007

Con 84 inviernos encima, el paterfamilias revolvió hace pocos días que Shari (53 años) no lo suceda al frente del negocio. Tampoco la acepta como accionista controlante, en caso de morir él (como si pudiese evitarlos desde la tumba). De hecho, sus abogados han planteado a los de la heredera dar por terminada la participación de Shari en el grupo de medios.

A criterio de los observadores, probablemente la dama abandone las juntas de Viacom y CBS , donde ocupa un cargo simbólico, la vicepresidencia no ejecutiva. A la razón, uno de tantos puesto inútiles y caros a los cuales es afecto el management en Estados Unidos. Pero Shari no se irá conforme ni mucho menos.

Existe una opción: que Redstone ceda la propiedad de la cadena de salas a su hija. Sea como fuere, hasta el momento ésta se mantiene “comprometida e involucrada” con el grupo. En realidad, el problema reside en un geronte empecinado, incapaz de desprenderse de sus propias criaturas institucionales, como si no fuese a morir nunca.

Shari no es la primera en pelearse con Redstone, desde que éste asumiera el control en 1987, cuando tenía “apenas” 65 años. En 1966, el amo echó a Frank Biondi y se quedó con la presidencia ejecutiva. En 2004, Melvin Karmazin dimitió como director de Viacom, tras cinco años de grescas con el número uno. En 2006, despidió al director ejecutivo Thomas Freston y puso a Phillippe Dauman. Varios años antes, éste debió irse cuando Viacom compró CBS (2000).

A lo largo del accidentado proceso, Viacom fue convirtiéndose en una de las mayores firmas de entretenimiento y música pasatista. Dueña de canales como MTV o Nickelodeon y Paramount, durante un lapso también controló CBS radio y TV. Pero, en años recientes, el paso de público a Internet resintió los negocios. Mientras, Redstone le compraba a su hijo Brent (47 años), por US$ 240 millones, la participación que tenía en la empresa. En el litigio previo, Brent lo acusó de excluir del negocio familiar a los hijos. Ahora, Wall Street y el sector temen que la intransijencia del viejo dañe los negocios de Viacom.

Con 84 inviernos encima, el paterfamilias revolvió hace pocos días que Shari (53 años) no lo suceda al frente del negocio. Tampoco la acepta como accionista controlante, en caso de morir él (como si pudiese evitarlos desde la tumba). De hecho, sus abogados han planteado a los de la heredera dar por terminada la participación de Shari en el grupo de medios.

A criterio de los observadores, probablemente la dama abandone las juntas de Viacom y CBS , donde ocupa un cargo simbólico, la vicepresidencia no ejecutiva. A la razón, uno de tantos puesto inútiles y caros a los cuales es afecto el management en Estados Unidos. Pero Shari no se irá conforme ni mucho menos.

Existe una opción: que Redstone ceda la propiedad de la cadena de salas a su hija. Sea como fuere, hasta el momento ésta se mantiene “comprometida e involucrada” con el grupo. En realidad, el problema reside en un geronte empecinado, incapaz de desprenderse de sus propias criaturas institucionales, como si no fuese a morir nunca.

Shari no es la primera en pelearse con Redstone, desde que éste asumiera el control en 1987, cuando tenía “apenas” 65 años. En 1966, el amo echó a Frank Biondi y se quedó con la presidencia ejecutiva. En 2004, Melvin Karmazin dimitió como director de Viacom, tras cinco años de grescas con el número uno. En 2006, despidió al director ejecutivo Thomas Freston y puso a Phillippe Dauman. Varios años antes, éste debió irse cuando Viacom compró CBS (2000).

A lo largo del accidentado proceso, Viacom fue convirtiéndose en una de las mayores firmas de entretenimiento y música pasatista. Dueña de canales como MTV o Nickelodeon y Paramount, durante un lapso también controló CBS radio y TV. Pero, en años recientes, el paso de público a Internet resintió los negocios. Mientras, Redstone le compraba a su hijo Brent (47 años), por US$ 240 millones, la participación que tenía en la empresa. En el litigio previo, Brent lo acusó de excluir del negocio familiar a los hijos. Ahora, Wall Street y el sector temen que la intransijencia del viejo dañe los negocios de Viacom.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades